RÍO DE JANEIRO.- El veterano atacante Romario, que actualmente juega en el Vasco da Gama, justificó ante la policía su participación en una fiesta en una "favela" de Río de Janeiro en la que también estaba presente el jefe del narcotráfico local.
De acuerdo con la edición de hoy del diario "O Globo", Romario se presentó voluntariamente a la policía ayer, alegando tener otros compromisos el lunes próximo, día fijado por las autoridades para oírlo.
El veterano futbolista dijo que había participado en un partido de fútbol con fines benéficos, realizado en mayo en la "favela" de Rocinha, y que allí le fue presentado un "miembro de la comunidad" que él no conocía, y que luego resultó ser Erismar Rodrigues Moreira, alias "Bem-te-vi", jefe de los traficantes de drogas que actúan en la zona.
Romario dijo que "Bem-te-vi" participó durante diez minutos en el partido, cuya finalidad era recaudar fondos para niños con síndrome de Down (el jugador tiene una hija con ese problema) y luego no lo vio más.
La presencia de Romario junto al traficante había sido mencionada por un taxista que hablaba con un traficante, cuyo teléfono estaba siendo interceptado por la policía por orden de la justicia. Otros jugadores de fútbol fueron mencionados como participantes en fiestas de los traficantes.
De acuerdo con el comisario de policía Jader Amaral, que tomó las declaraciones al atacante, "en principio, Romario no participó en ningún acto ilícito". El funcionario señaló que el futbolista declaró como testigo en una investigación.
