BUENOS AIRES.- El habilidoso delantero de Newell's Old Boys, Ariel Ortega, aseveró anoche que "no hay nada" oficial sobre su ya difundido regreso a River Plate y renovó discrepancias de fondo con su entrenador chileno Juvenal Olmos que parecieran presagiar un conflicto de muy difícil solución.
"Hay que esperar. Si hay algo lo voy a decir yo, primero que nadie. Por ahora me quedo en Newell's, donde me tengo que presentar el próximo jueves", anticipó Ortega a radio
La Red.
Con el permiso del presidente de Newell's, Eduardo López, Ortega retornará a las prácticas del plantel que conduce Olmos luego de más de una semana de ausencia, a raíz de una lesión ("sufría una molestia", subrayó) y un problema de índole personal, nunca aclarado.
Recientemente eliminado de la Copa Sudamericana por su rival clásico Rosario Central, el equipo rojinegro no atraviesa un buen momento, situación que Ortega reconoció como "complicada".
"El equipo no está bien en la tabla de posiciones, hemos perdido con Central y esto último es malo -admitió-, porque fue el partido del año, la gente está disconforme y se entiende".
En tal sentido, Ortega acotó que "el equipo debe estar para ganar todos los partidos. No estoy contento, ojalá que pueda volver a un buen nivel y Newell's a sumar de a tres puntos".
"De la gente de Newell's no tengo nada malo que decir. Estoy muy agradecido con los hinchas, ya que me piden lo mejor que sé hacer: jugar bien al fútbol -remarcó-. Ellos, por otra parte, no creo que tengan nada para reprocharme".
Estas declaraciones parecieron ser un tiro por elevación hacia Olmos, quien días atrás sentenció que se debe jugar al fútbol del mismo modo como se entrena.
"Hay gente que dice un montón de cosas que no son verdades. Es una opinión personal de él. Yo no tengo nada que contestarle, pero para mí no es asi. No comparto lo que dice porque hay futbolistas que en los entrenamientos te hacen diez goles y después tienen miedo de jugar los partidos", concluyó.
