LIMA.- En una primera lectura, los nombres de los 320 futbolistas que disputarán desde el viernes el Mundial Sub 17 en el Perú no dicen nada. Se trata de casi adolescentes que juegan en divisiones menores y cuyas historias están aún por escribirse.
Pero si se menciona que entre esos nombres de mundialistas Sub 17 estuvieron algún día los de Ronaldinho Gaúcho, Alessandro del Piero, Luis Figo, Iker Casillas, Emmanuel Petit o Carlos Tevez, para citar unos pocos, los aficionados entenderán que se está frente a una vitrina que se valorizará con los años.
Dieciséis equipos de los cinco continentes se darán cita en canchas peruanas. Nombres de siempre en el balompié mundial, como Brasil, Italia o Uruguay, alternarán en igualdad de condiciones con otros de escasa trayectoria, como Gambia, Corea del Norte o Costa de Marfil.
En un Mundial protagonizado por jugadores que ayer nomás eran niños, resulta arriesgado aventurar un pronóstico. Pero, como ocurre en cualquier torneo de fútbol, la selección de Brasil aparece primera en la lista de candidatos.
Las futuras estrellas
Anderson, un muchachito del Gremio de Porto Alegre con una pegada increíble, se perfila como el genio de ocasión en el equipo que dirige Nelson Rodrigues y que tras ganar con cierta holgura el Sudamericano de Venezuela está llamado a quedarse por cuarta vez con la corona orbital de la categoría.
El bicampeón mundial Ghana, que perdió la final del torneo africano con el anfitrión, Gambia, es en opinión de los expertos el que podría poner en jaque la supremacía brasileña, de la mano de un delantero espectacular, Agyemang Opoku.
Otro equipo que capta miradas es el campeón de Europa, Turquía, pues además de mostrar supremacía en su continente tiene seis jugadores que ya actúan en clubes de otros países, incluida su estrella máxima Nuri Sahun, del Borussia Dortmund de Alemania.
Pero en la categoría cualquier cosa puede pasar y todos tienen derecho a soñar con la gloria, incluidos Costa Rica, México, Uruguay y el anfitrión Perú, los otros cuatro latinoamericanos en contienda.
México, bajo la conducción de Jesús Ramírez, técnico con vocación ofensiva, asegura tener el mejor equipo de su historia en la categoría. La gran estrella es Giovanni Dos Santos, que ya cruzó el Atlántico y se forma en el Barcelona español.
Uruguay llega estimulado por haber dejado en el camino sudamericano a dos países que lo superaban en teoría, Argentina y Colombia. Bajo la conducción técnica de Gustavo Ferrín y con Elías Figueroa como gran cuota de gol, los "charrúas" traen el perfil de fútbol bravo que los caracteriza.
Costa Rica, clasificada agónicamente a expensas de Honduras, centra sus esperanzas en las tácticas del estudioso entrenador Giovanny Alfaro y en el talento que pueda desparramar el delantero César Elizondo.
Perú, entretanto, basa sus cautelosas expectativas en la localía. El argentino José Luis Pavoni, al frente del equipo tras trabajar en las menores de Newell’s Old Boys y Argentinos Juniors, confía en que sus muchachos saquen a relucir el temple que hace años escasea en el balompié "inca".
El fútbol europeo, nunca descartable, estará representado además por Italia, cuyo arquero Enrico Alfonso es objeto de seducción por el Manchester United, y por una aparentemente más poderosa Holanda, comandada en ataque por Diego Biseswar, del Feyenord, a quien ya le colgaron la pesada etiqueta de "Futuro Van Nistelrooy".
Otros que podrían dar batalla son el campeón africano, Gambia, debutante absoluto que goza de la experiencia del técnico ghanés Fred Oman Duodo y cuyo delantero Ousmane Jallow es un héroe nacional, y Estado Unidos, siempre con un trabajo serio y ahora con Quavar Kirk, estrella ausente por lesión de la eliminatoria.
Los aficionados también podrán ver a la movediza Costa de Marfil, a una Corea del Norte que trae en sus filas a Choe Myong-ho, bautizado pomposamente como "el Ronaldo coreano", y a una China, campeona asiática, cuyo arquero, Zhang Ning, es ya un ídolo precoz.
Un ex finalista, Australia, y un ex semifinalista, Qatar, completan la nómina. Los "canguros", que traen esta vez dos jugadores que ya actúan en Ingienen la experiencia de haber estado en 10 de los 11 mundiales Sub 17, algo en lo que sólo los superan los nunca ausentes Brasil y Estados Unidos.
Quizás al final del torneo algunos nombres se habrán ratificado y emergido. Aún así, a todos les quedará tiempo para consolidarse, pues los más "viejos" nacieron en 1988.
En países vecinos o en remotos parajes, los aficionados, y sobre todo las familias, estarán pendientes de esos "niñitos" que, metidos en zapatillas de fútbol, se abren camino hacia la difícil competencia de los adultos.
