VILLARREAL.- El Villarreal firmó el primer triunfo de la temporada en la liga española y su victoria le debería sacar del pozo de la tabla, tras imponerse por 2-1 a un Espanyol en horas bajas, por su pobre juego y su escasa fiabilidad.
Tras derrotar al Madrid en Montjuic (1-0), el Espanyol ha encadenado dos derrotas consecutivas y su progresión no se aventura nada esperanzadora de no mediar un cambio radical en el equipo, en el que ante el Villarreal no estuvieron por lesión Tamudo y por sanción Lopo, dos de los puntales.
En cambio, el Villarreal volvió a arrancar un excelente resultado de Montjuic (ha puntuado en cinco de las siete victorias al campo del Espanyol), y pone freno a un inicio de temporada que había empezado a inquietar en la entidad castellonense, al encontrarse el equipo en las últimas posiciones de la tabla y sin victorias.
El Espanyol elaboró dos buenas acciones de gol antes de llegarse al minuto 10, ambas por la banda derecha, por donde el mozambiqueño Armando Sá lanzó buenos centros en los que, primero, Luis García envió el balón al palo, y en el segundo un mal rechace de Viera volvió a habilitar al ariete españolista, que no estuvo certero.
Tras esta sucesión de contragolpes, el partido se igualó en mediocridad, porque ninguno de los dos equipos supo traducir en buen fútbol los propósitos con los que plantearon el partido. El argentino Román Riquelme, que cumplió su partido cien con el Villarreal, volvió a ser el jugador más acertado de su equipo, junto a Senna, mientras que el bando contrario el cántabro Iván de la Peña también resultó el futbolista más dotado para elaborar acciones ofensivas.
En el eje defensivo españolista debutó Moisés Hurtado, que fue de más a menos, junto a un Jarque que también tuvo serios problemas ante la movilidad y constancia de José Mari y Diego Forlán.
Riquelme entró en juego en casi todas las acciones ofensivas del Villarreal, pero sus buenas intenciones no estuvieron alienadas con los atacantes, algo que también sucedió en el Espanyol, donde el doble pivote Ito-Costa no acabó de funcionar e Iván de la Peña, como jugador más ofensivo en la medular, no logró conexiones certeras ni con Coro ni con Luis García, mientras que en la banda izquierda, un esforzado Domi era incapaz de desbordar.
El mejor Villarreal llegó a partir de la media hora, cuando Kameni empezó a tener trabajo. Su primera buena acción llegó en el 37, tras el lanzamiento de una falta de Riquelme, Forlán peinó la pelota y el camerunés en una espectacular "palomita" atrapó el balón.
Dos minutos después, José Mari lo intentó desde fuera con un potente disparo, que salió algo desviado, y a los 44, Senna hizo lo propio, aunque en esta ocasión Kameni debió intervenir para desviar la pelota, que salió a córner. Tras el lanzamiento, Josico se encontró el balón cerca del punto de penal, se dio la media vuelta y lo envió al fondo de las mallas (1-0).
Con el golpe en el último minuto de la primera parte, el Espanyol buscó refugio en el vestuario para encontrar una solución a su apatía. La respuesta llegó con un juego más vertical y veloz, canalizado por De la Peña, quien en el 54 condujo un rápido contragolpe, que acabó en las botas de Zabaleta y su disparo rozando el palo.
Pero el Villarreal entendió a la primera que el partido era suyo y que estaba capacitado para marcar la pauta que más que conviniese, como así resultó hasta que Riera, al instante de salir al campo en el minuto 60, peinó el balón y habilitó en el contragolpe a Luis García, que esta vez sí que marcó, aunque en la segunda acción, ya que en el primer disparo Viera desvió la pelota.
Pero el Espanyol claudicó por donde peor estaba el grupo; en la defensa. En el minuto 66, Senna conectó un certero disparo y devolvió la ventaja a su equipo (1-2).
