TORRE DEL GRECO, Italia.- Rafael Nadal se impuso hoy por 6-1, 6-2, 5-7 y 6-4 a Andrea Seppi y empató 2-2 la eliminatoria que disputan España e Italia por una plaza en el Grupo Mundial de la Copa Davis de tenis de 2006.
El triunfo fue angustioso porque el tenista hispano, sin necesidad de exprimir al máximo su tenis, se llevó los dos primeros sets, pero acusó un notable cansancio físico mediado el tercero que le complicó tanto las cosas que se convirtió en su peor enemigo.
Tanto que Seppi, más fresco tras no jugar ayer el doble, se creció, tomó la iniciativa y con su derecha, y el apoyo de un buen saque, incluso puso en entredicho tanto la victoria del español que hizo pensar en que podría ocurrir lo mismo que hizo ante Juan Carlos Ferrero en la primera jornada.
Todo ello tras disputarse dos sets de paseo para Nadal. Con unos inicios donde sus bolas profundas y anguladas, sus restos y un buen saque, le llevaron pronto a un claro 5-0, en apenas media hora de juego.
Así, Seppi tardó 39 minutos en anotarse su primer juego. Pero, al siguiente, Nadal cerró la contienda con un contundente 6-1 (44 min.).
En la segunda manga más de lo mismo: superioridad neta de Nadal, siempre sin esforzarse al máximo y un Seppi inferior y que, eso sí, tuvo el honor de romper el saque del mallorquín en el cuarto juego, estableciendo un 2-2 que elevó las esperanzas del público local. cm-bd
Poco duró la ilusión local, pues el español volvió a pegar profundo, volvió a echar a Seppi al fondo de la pista y sumó los cuatro juegos siguientes; cerró el set, un 6-2.
Todo parecía ir rápido, pero fue un espejismo. Y lo fue por que en el cuarto set a Nadal le empezaron a pasar factura el cansancio acumulado: el torneo en Pekín ganado en pista veloz, el largo viaje, el calor húmedo de Torre del Greco y, sobre todo, el larguísimo partido del sábado en dobles (4 horas y media) donde tiró de Feliciano López. Demostró que es humano.
Se vio pronto que Nadal no estaba a tope físicamente, pues sus golpes perdieron en profundidad y potencia, muchos se quedaron cortos y permitía a Seppi entrar en pista, donde es peligroso con su notable derecha. El italiano, ante la sorpresa general, se llevó la manga, por 7-5, rompiendo el saque del mallorquín en el último juego.
Pero Nadal se crece ante las adversidades, incluso ante su propio desgaste. Sacó sus reservas y encauzó el cuarto set, al romper el servicio de Seppi en el quinto juego (3-2). Con 4-2 a favor pudo sentenciar, pues dispuso de tres bolas de rotura del saque rival, pero las desaprovechó.
Pudo cerrar la contienda en el noveno juego, donde dispuso de una bola de partido, pero no fue hasta el décimo, con su saque cuando lo hizo. Se lo anotó, por 6-4, su trigésimo sexto partido consecutivo ganado sobre la tierra batida; pero lo más importante es que igualó la eliminatoria (2-2). Ahora todo depende del quinto encuentro.
