SANTIAGO.- El portero argentino José María Buljubasich rompió definitivamente el récord de imbatibilidad en el fútbol chileno, al llegar a 1.053 minutos sin recibir goles en la victoria de la Universidad Católica por 1-0 ante la Universidad de Concepción.
Buljubasich superó así la marca previa que ostentaba Eduardo Fournier, quien en 1985 llegó a estar 1.012 minutos sin encajar anotaciones por el campeonato nacional, vistiendo los colores de Cobreloa.
El nuevo registro impuesto por el portero de la UC, que puede seguir creciendo en el próximo partido ante Rangers en San Carlos de Apoquindo, fue el aspecto más emocionante de una jornada algo tibia en el estadio Municipal de Concepción, donde los cruzados administraron con cautela su ventaja y terminaron cosechando tres puntos que les devuelve la punta general en forma exclusiva.
En la primera fracción, las ocasiones brillaron por su ausencia en el recinto penquista, aunque los locales tuvieron su mejor chance cuando Ricardo Viveros intentó tocar un balón por sobre la salida de Buljubasich, pero que dio en la parte externa de la red.
Al reiniciarse el partido en el complemento, el portero de la UC sólo necesitaba cinco minutos más para romper el récord, pero fue justo cuando recién habían pasado tres cuando llegó la ocasión más clara de los locales en todo el partido. Ricardo Viveros apareció destapado por derecha, demoró algo en su definición y Buljubasich le achicó de gran forma para evitar la conquista.
Después de esa tapada, llegó el momento de la historia que fue celebrado con algunos fuegos artificiales lanzados por la barra cruzada. Pareció que tras conseguir la marca, la UC desató algunas amarras y tendió a apostar más para irse arriba en bloque.
Bajo la manija de Darío Conca, la UC comenzó a juntarse en la mitad del campo y en los alrededores del área local, lo que derivó en la apertura de la cuenta. Corrían 65 minutos y Francisco Arrué, tras pase de Conca, jugó un medido centro para Luis Ignacio Quinteros, con un perfecto cabezazo celebró el 1-0 y su primera conquista con la camiseta de la UC.
Tras la apertura, poco que contar. La UC administró el fútbol, manejó el balón y lo hizo rodar siempre por sus botines, dejando a los locales como actores secundiarios, pero sin necesariamente transformarse en un torbellino de ocasiones, fuera de algunos inventos de Conca y su socio Arrué.
El conjunto católico suma así tres puntos que lo dejan como único líder del campeonato con 27 puntos, además con un partido menos que debe completar esta semana ante Rangers.
