SHANGHAI.- El próximo fin de semana las escuderías Renault y McLaren-Mercedes lucharán por el campeonato del mundo de constructores, que a falta del Gran Premio de China, última prueba de la temporada, encabeza la primera con tan solo dos puntos de ventaja.
Renault ha ocupado la cabeza del mundial de constructores desde el inicio de la temporada con el Gran Premio de Australia y la perdió en Brasil, el día que Fernando Alonso se proclamó como el campeón más joven en la historia de la Fórmula Uno.
McLaren en Brasil se puso con dos puntos de ventaja sobre Renault, pero en el Gran Premio de Japón disputado el pasado fin de semana, Renault se volvió a poner de nuevo por delante también por dos puntos, pero dejó pasar la oportunidad de dejarlo sentenciado.
La salida de pista del colombiano Juan Pablo Montoya en la primera vuelta dejó al finlandés Kimi Raikkonen como único defensor de los intereses de McLaren-Mercedes, frente a los dos hombres de Renault, Fernando Alonso y el italiano Giancarlo Fisichella, que dominaba la prueba.
Fisichella, que comenzó la temporada de la mejor forma posible, con la victoria en el Gran Premio de Australia, favorecida por su primer puesto en la formación de salida gracias al diluvio que cayó en la sesión de clasificación después de que diera su vuelta, luego ha aportado muy poco a la escudería Renault.
Fernando Alonso no tiene nada que agradecerle en la consecución del título mundial, porque Fisichella tan solo ha sido capaz de quitar un punto a Raikkonen, en el Gran Premio de Italia, en la dieciocho carreras disputadas.
El pasado domingo en Suzuka, al iniciarse la última vuelta Renault contaba con seis puntos de ventaja sobre McLaren en el mundial, gracias al primer puesto de Fisichella, al segundo de Raikkonen y al tercero de Alonso, y esos podían haber sido suficientes para sentenciar el título en el circuito de Shangai, a pesar de la superioridad mostrada por McLaren desde mediada la temporada.
Pero el adelantamiento de Raikkonen a Fisichella en la última vuelta, sin oposición del italiano que, además, se había equivocado en la variante de entrada a meta tratando de cerrar el paso a Raikkonen y saliendo muy despacio de la misma, con lo que consiguió facilitar el adelantamiento del finlandés al aprovechar el soplo en la recta principal, para pasarlo sin remisión y dejar la ventaja de Renault en solo dos unidades.
Si Raikkonen o Montoya ganan en el Gran Premio de China, la única solución para Renault sería terminar segundo y tercero, por delante del otro McLaren, con lo que la escudería británica sumaría 15 puntos, frente a los 14 de la francesa, que lograría el mundial de constructores por solo un punto.
Lo que parece claro es que para conseguir el próximo domingo el título tanto Renault como McLaren deben llevar a la meta y a los puntos sus dos coches y en los mejores puestos posibles, para concluir una temporada en la que se han repartido las victorias, siete para Renault, diez para McLaren, las últimas seis consecutivas, y tan solo Ferrari ha conseguido una, en el simulacro de carrera del Gran Premio de Estados Unidos con seis coches en pista.
