BARCELONA.- El argentino Guillermo Coria sólo ha ganado un partido en los últimos 22 de meses -en febrero pasado en Costa do Sauipe ante el italiano Francesco Aldi- y este martes no pudo recuperar esa sensación del triunfo en su regreso a Barcelona.
Sin embargo, el encuentro que disputó esta mañana ante el ruso Teimuraz Gabashvili lo dejó con "muy buenas sensaciones y muchas ganas de volver a lograr un nombre en el circuito".
El que llegó a ser el tercer mejor jugador del mundo en 2004, ganador de 9 títulos ATP y finalista de Roland Garros, es ahora el 808 del ránking y desde que regresó a la competición en octubre de 2007 ha perdido seis partidos (cinco en primera ronda, cuatro en Challengers) y sólo ha ganado uno.
Gabashvili lo tumbó hoy en tres sets (5-7, 6-4 y 6-4), pero Coria, que ha disputado este Godó con ránking protegido (105) al haber estado casi un año parado por una grave lesión en el hombro, se marchó más que satisfecho.
"Esta vez, sí hice todo lo que pude, y me voy contento porque el partido lo ganó él, no lo perdí yo", resume.
Coria no se fue esta vez del partido, como casi siempre desde su regreso, a la primera adversidad, en el primer contratiempo, ansioso por volver a ser el que era y no saber por qué los resultados no llegan.
En esta ocasión, el argentino se exigió al máximo y mantuvo a su rival dos horas y cuartos sobre la pista, obligándole a sudar hasta el último punto.
"Lo de hoy no ha tenido nada que ver con los dos últimos torneos que jugué en Italia (los Challengers de Nápoles y Barletta en los que cayó en primera ronda). Allí sentí vergüenza de mí mismo. Fue un desastre la forma en la que tiré los partidos, porque me daba igual ganar que perder", apuntó.
