Para Domenech el próximo partido es clave.
AP
ZURICH (Suiza).- Los hinchas franceses silbaron al equipo y el seleccionador aplaudió. Sólo Raymond Domenech es optimista tras el gris debut en la Eurocopa de Francia al empatar sin goles frente a Rumania y a la que le esperan aún los dos duelos más duros: Holanda e Italia.
"¿Por qué deberíamos preocuparnos? Ya sabemos desde hace seis meses que la decisión en este complicado grupo llegará en el último partido", dijo pragmático Domenech, consciente de que el pase a cuartos de final depende un largo partido de 270 minutos -los tres duelos del grupo-.
Domenech, subcampeón del mundo en Alemania 2006, aprendió a estar relajado en situaciones difíciles. Ya hace dos años empezó con un empate sin goles y luego llegó a la final de Berlín.
Pero entonces superó la primera fase porque sus otros rivales de grupo eran Corea del Sur y Togo, muy lejos del nivel de Holanda e Italia.
"Hay muchas cosas que debemos cambiar. Tenemos la obligación de ganar el próximo partido contra Holanda y luego, el de Italia", sostuvo más crítico el "cerebro" francés Franck Ribery.
Con el juego mostrado ante Rumania parece difícil que Francia supere esos dos duros escollos que le faltan, el primero de ellos ante Holanda en Berna el viernes. Para entonces, Domenech recuperará a Thierry Henry y Patrick Vieira.
Al contrario que los franceses, los rumanos celebraron como un triunfo el empate sin goles en un partido con un solo remate entre los tres postes. Adrian Mutu, la estrella rumana, justificó el juego ultradefensivo del equipo.
"Se ha visto una Rumania con miedo, pero queríamos evitar por todos los medios perder el primer partido", señaló el delantero de la Fiorentina. Por el momento, Rumania sigue viva en el "Grupo de la Muerte".
Después de encarar al subcampeón del mundo, ahora los rumanos lo hacen con los campeones, Italia, muy necesitada tras la derrota del lunes por 3-0. Ese será el momento de que Rumania se lance un poco más al ataque.
