Tras 20 años la U vuelve al estadio donde "recuperó el honor"

SANTIAGO.- En la temporada 1989, Universidad de Chile jugó por primera y única vez en su historia en la Segunda División del fútbol chileno. Fue una campaña dura para los azules, alejados de la "División de Honor" e inmersos en el rigor del Ascenso.

El equipo estaba a cargo de Luis Ibarra que tenía como asistente a uno de los símbolos estudiantiles: Leonel Sánchez. En la cancha Eduardo Fournier, Horacio Rivas, Héctor Hoffens y un joven Luis Musrri lideraban un equipo que quería volver rápido a la primera categoría del fútbol.

Pero no les fue fácil. La U no tuvo un buen desempeño en el torneo de apertura (la Copa Coca Cola Digeder) y cuando debutó en el Torneo Oficial, cayó 1-2 ante Curicó Unido en el Estadio La Granja.

Fue una tarde lluviosa donde se tomaron las portadas los curicanos Juan Martínez, Larry Aliaga, Julio Saavedra y Walter Segovia, en desmedro de las figuras azules.

Pero ese estadio le entregaría a Universidad de Chile una de sus mayores alegrías de la historia. Pasó el torneo y llegada la Liguilla de Ascenso el fixture arrojó que en la penúltima fecha, la U y Curicó se enfrentaran como parte del grupo sur.

El domingo 14 de enero de 1990 se jugó el partido que se vio interrumpido cuando al minuto 85 los hinchas azules invadieron la cancha. Ya ganaban 3-0 (con goles de Carlos Cisternas, Pedro Pablo Díaz y autogol de Pablo Helmo) y aquella sofocante tarde (31° de temperatura) marcó también el inicio de la barra "Los de Abajo", parte de los 8.981 espectadores controlados en La Granja.

Este miércoles Universidad de Chile retornará al recinto curicano para enfrentar al Curicó Unido de Luis Marcoleta, que en este 2009 debuta en Primera División. El partido corresponde a la 5ª fecha del Torneo de Apertura y podría dejar a los albirrojos como escoltas de Unión Española. O a la U con 24 puntos y acechando a los rojos de Santa Laura.

A las gradas ni siquiera llegará la mitad de ese público, ya que las autoridades solo permitieron un aforo de 3.500 espectadores. Será un entorno distinto donde no estará el llanto de Leonel Sánchez paseado en andas tras el pitazo final, ni deambulará el joven Musrri, sin polera, gritando como orate.

Es el mismo partido, pero 20 años después. Aunque la corta pero intensa historia entre ambas escuadras seguramente estará presente en las paredes y los tablones del estadio, que a mitad de año será demolido.

Imágenes del duelo entre Curicó Unido y la U (temporada 89)
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