NUEVA YORK.- Hace un año, las dudas eran de Roger Federer y las certezas, de Rafael Nadal. En la antesala del US Open 2009, todo es exactamente al revés: el suizo recuperó el número uno del mundo y el español se pregunta cuándo volverá a ser el de antes.
A fines de agosto de 2008, Nadal llegaba a Nueva York estrenando su sitial de privilegio en el ranking y con la medalla de oro olímpica colgando de su cuello. Todos se preguntaban si la "era Federer" ya se había acabado.
La respuesta fue "no": el suizo se probó por quinta vez la corona neoyorquina y dio aviso de que aún estaba vivo, algo que refrendó sobradamente este año.
Primero con la conquista de Roland Garros -el último Grand Slam que se le resistía- y luego con un nuevo título en Wimbledon, el "grande" número 15 de su historial, que lo elevó por encima de todos en el olimpo del tenis y le permitió retomar el liderazgo del ranking.
"Fue un verano increíble. Espero que las cosas también vayan bien en el US Open", señaló el suizo en vísperas del último Grand Slam del año, consciente de que la vida le sonríe también en el plano personal, tal como dejan constancia sus gemelas Charlene y Myla, nacidas el 23 de julio y nueva motivación para su increíble carrera.
Tras ganar hace una semana el Masters de Cincinnati, Federer llega al US Open como claro favorito y con la idea fija de batir otro récord: de ser campeón, superará a los estadounidenses Jimmy Connors y Pete Sampras, que también suman cinco títulos cada uno en Nueva York, aunque no consecutivos.
El estadounidense Devin Britton, debutante absoluto en un torneo de Gran Slam, debería ser apenas un trámite para el suizo en su primer paso en busca de su sexto cetro al hilo en la Gran Manzana.
Dos meses de ausencia por una tendinitis en las rodillas tuvieron un alto costo para Nadal, que no solamente cedió el número uno, sino que ahora también descendió al tercer escalón, sobrepasado por el británico Andy Murray.
El US Open siempre le ha sido esquivo al español -que debutará ante el francés Richard Gasquet. Hace un par de semanas, al regresar al circuito, dijo que su prioridad era ahora volver a estar bien físicamente. Ganar en Nueva York, es "casi imposible", admitió.
Y si no es Nadal, ¿quién podría evitar un nuevo logro de Federer? En la lista de pretendientes no hay más que un puñado de nombres: Murray, el serbio Novak Djokovic, el estadounidense Andy Roddick, el argentino Juan Martín del Potro...