Garcés soñó que la UC ganará en penales y él atajará tres.
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SANTIAGO.- Parece una hazaña de proporciones, pero en los últimos 13 años ya son nueve equipos que lo han hecho.
Dar vuelta un 2-0 (y de local) en la Copa Libertadores no es una misión imposible para Universidad Católica.
Para lograr ese objetivo ante Peñarol, Juan Antonio Pizzi dio tres señales claras: primero ratificará al villano del partido de ida, el portero Paulo Garcés; segundo, variará el esquema y jugará con dos delanteros en lugar de poner a Lucas Pratto como único punta; y tercero, pondrá al referente del equipo, a Milovan Mirosevic, para darle experiencia y empuje al equipo.
Con esas variantes, los cruzados buscarán desde las 19 horas las semifinales del torneo continental ante un Peñarol que, de seguro y a pesar de las palabras de su DT Diego Aguirre, vendrá a San Carlos de Apoquindo a hacer su negocio: aguantar atrás como sea y buscar el gol de visita de contragolpe, tanto que obligaría a la UC a marcar cuatro para pasar de ronda.
Pero los charrúas saben que ese esquema les puede jugar en contra. En la presente edición de la Libertadores ya se comieron dos goleadas de visita:
Independiente les metió un 3-0 y
Liga de Quito un ¡5-0! Una presión no menor para Juan Manuel Olivera y compañía.
Aunque lo de Católica también preocupa, porque jugando en la precordillera los de Pizzi nunca han ganado por más de un gol. Este jueves será su última oportunidad para hacerlos.
Con esos antecedentes el estratega argentino mandará a la cancha a
Garcés; Rodrigo Valenzuela, Alfonso Parot, Hans Martínez y Juan Eluchans; Jorge Ormeño, Tomás Costa, Mirosevic y Fernando Meneses; Pratto y José Luis Villanueva.
Para el negocio, Aguirre dispondrá de
Sebastián Sosa; Alejandro González, Carlos Valdez, Guillermo Rodríguez, Darío Rodríguez; Nicolás Freitas, Luis Aguiar, Matías Corujo, Matías Mier; Alejandro Martinuccio y Olivera. 
