Pese a un buen cometido durante el campeonato, Ginóbili no pudo guiar a Argentina a su tercer podio consecutivo.
AFP
LONDRES.- La mejor generación del básquetbol argentino se quedó a las puertas de alcanzar su tercer podio olímpico consecutivo, al caer ante Rusia 81-77 en la disputa por el bronce en Londres.
Alexey Shved anotó un triple a 36,2 segundos del final para que Rusia superase a la selección argentina, que había ganado oro en Atenas 2004 y bronce en Beijing 2008.
Shved anotó 25 puntos y Andrei Kirilenko agregó 20 por los rusos, que ganaron su primera medalla olímpica desde que juegan como nación independiente.
Manu Ginóbili anotó 21 puntos, Andrés Nocioni agregó 16 y Carlos Delfino aportó 15 por Argentina.
"Un tercer podio consecutivo era lo que queríamos y da mucha tristeza y desilusión porque lo tuvimos en nuestras manos y lo dejamos escapar", lamentó Ginóbili, aunque valoró el ciclo "impresionante" de esta selección. "Esta es sin duda una de las derrotas más dolorosas de mi carrera", añadió.
El revés quizá fue el último capítulo de una generación dorada de basquetbolistas argentinos, que además de las dos medallas olímpicas, consiguió un subcampeonato mundial en Indianápolis 2002.
"La final del mundo me dolió perderla igual, ya pasaron 10 años y se había ido la amargura de ese momento, pero ahora siento que es el peor del mundo, pero así es el deporte, a veces ganas y luego pierdes", agregó Ginóbili. "No siempre se gana y hay que estar con la frente en alta; yo sigo igual de orgullo de mis compañeros", aseveró.
Ginóbili había metido un triple que puso el marcador 77-76 con 43 segundos y parecía que los argentinos conseguirían la misión de volver a subir a un podio.
"Teníamos la ilusión de esa medalla y se nos fue, estamos enojados", señaló Luis Scola, quien anotó 11 puntos.
Pero Shved clavó su triple desde el costado derecho de la cancha para darle la delantera definitiva a los rusos que amarraron la medalla con una bandeja de Vitaliy Fridzon con 5,2 segundos.
El encuentro no fue el mejor para Argentina, que nunca pudo establecer su juego de picado y rodado con Scola y Ginóbili y tuvo varios lapsos de sequía total a la ofensiva que lo llevaron a ponerse abajo 61-50 luego de que Sergey Monya robó un balón y luego consiguió un enceste en el tercer cuarto.
Argentina regresó al encuentro en los minutos finales y tomó delanteras de 71-69 y de 75-74 con encestes de Nocioni y de Delfino, antes de que Ginóbili metiera el triple que parecía clave.
Al final del partido, los jugadores argentinos reclamaron fuertemente a los oficiales por lo que consideraban una falta sobre Pablo Prigioni.
"Probablemente sí era una falta, pero también un poco antes yo le di una falta a Fridzon en un triple que no cobraron, no vamos a lamentarnos por eso", concluyó Ginóbili. "Esto va para los dos lados, lo que molesta es que somos mejor equipo de lo que mostramos y perdimos una medalla por eso", admitió.
