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El día más sufrido del capitán Igor Lichnovsky en el Sudamericano Sub 20

El defensor nacional vio el partido ante Ecuador desde la tribuna oficial y lo vivió como un hincha más. Celebró los goles con todo y estuvo sentado al lado del equipo peruano.

24 de Enero de 2013 | 13:55 | Felipe Lagos, enviado especial a Mendoza
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Como un hincha más.

Felipe Lagos, Emol
MENDOZA.- Minuto 15 del primer tiempo en el Malvinas Argentinas y gol de Chile ante Ecuador cortesía de Nicolás Castillo. Era el 1-0 que desató la algarabía de los hinchas nacionales presentes.

Pero de repente, entre los que veían el duelo en la tribuna preferencial y celebraban la apertura de la cuenta, apareció una camiseta roja, celebrando con todo. ¿Era un fanático de la "Roja"?, no. Era nada menos que Igor Lichnovsky, capitán de la Sub 20, quien estaba suspendido para este pleito y que en esta ocasión presenció el duelo desde afuera.

El defensor de la Universidad de Chile vivió una jornada llena de nervios estando al margen del campo de juego y la banca debido a su sanción. Gesticuló y gritó como un hincha más, primero desde la zona de la prensa en un principio y luego, cuando se dio cuenta que estaba junto a los periodistas, pidió ser reubicado en un sector reservado para los representantes, el cual estaba desierto.

Desde allí, el valor que es seguido por varios clubes europeos lo sufrió como nadie. Cuando Diego Rubio cayó en el área, en la jugada que significó el penal que el mismo delantero del Sporting convirtió, saltó de su asiento como un barrista y luego aplaudió a rabiar el 2-0, sin importarle que a su lado estaba en pleno la selección peruana, que jugaba el pleito intermedio de la jornada ante Paraguay y se daba el tiempo para espiar a dos de sus próximos oponentes.

Cuando llegó el entretiempo y al ser reconocido por algunos hinchas nacionales, el zaguero no tuvo problemas para firmar autógrafos e incluso se tomó fotografías con ellos, para luego continuar con su “reality”.

Y prosiguió. Cuando fue expulsado Bryan Rabello, se molestó bastante y realizó algunos gestos al juez, lo que se exacerbó con el tanto de los ecuatorianos que complicaba mucho las opciones nacionales, ya que el rival se animó y amenazaba con empatar.
El alivio total llegó con el gol de Claudio Baeza, el que gritó y aplaudió a rabiar, lo que significó un respiro para todos los chilenos presentes y también para su capitán.

Al término del partido, Lichnovsky enfiló directamente al vestuario para reunirse con sus compañeros y unirse al festejo, tras una jornada negra ante Paraguay y que sirvió para olvidarse de ese trago amargo que significó la expulsión que marcó esa caída.

Finalmente, el defensa no quiso comentar el partido y se fue directo al bus, con el alivio de saber que sus compañeros le dieron una alegría que mantiene a la “Roja” Sub 20 con opciones de clasificar al Mundial y de disputar el título del certamen en Mendoza, donde espera regresar para el pleito del domingo ante la “Celeste”.
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