Maturana jugó el pasado año con Barnecheam donde dirigía Mario Salas.
AFPMENDOZA.- Nicolás Maturana asume que no le gusta mucho hablar con los medios, pero con el correr de los minutos se va soltando y empieza a contar detalles de su estadía en Mendoza con la Sub 20. El volante de Universidad de Chile, de 19 años, superó instancias que no cualquiera hubiese soportado.
Su infancia fue difícil, fue internado en el Centro de Aldeas Mis Amigos, que entrega ayuda al Servicio Nacional de Menores (Sename), tras una complicada vida familiar, con una madre que debía cuidar a él y otros cuatro hermanos, sin poder mantenerlos.
Años después, fue rescatado por la U y en 2008 empezó a entrenar con los azules. Maturana analiza con Emol su participación en el Sudamericano Sub 20 de Mendoza, donde se ha convertido en uno de los recambios preferidos del entrenador Mario Salas.
¿Qué análisis haces de su participación en el torneo, qué te gusto y que no?
“He realizado un buen torneo en general, he hecho las cosas bien, pero no he tenido la continuidad que esperaba. Aún así, dentro de todo, lo hecho muy bien, salvo en un partido contra Paraguay que no pude hacer mucho cuando ingrese”.
Tras el torneo, ¿qué aspectos debes mejorar y cuales potenciar como futbolista?
“Destaco mi habilidad y la forma de encarar mucho por la orilla, creo que eso ha sido lo mejor que tenido. Por otro lado creo que me falta ser más colectivo, a veces mi juego es muy individual y hay ocasiones donde debo apoyarme más en mis compañeros, espero que cuando vuelva a la U lo pueda lograr y seguramente con la experiencia que me van a dar los partidos lo voy a conseguir”.
¿Qué lecciones sacaste de jugar partidos con presión añadida?
“La verdad nunca me he sentido presionado, yo me salgo a divertir dentro de la cancha, pero con responsabilidad. Eso es lo que trato de mostrar, no me gusta la presión y no es bueno andar así, el fútbol es para divertirse y es lo que me gusta hacer”.
Su vida
Maturana llegó a la U desde el centro ubicado en Peñaflor, siendo acogido por la institución universitaria en 2008 y allí forjó sus pasos en el fútbol viviendo en la “Casa del Jugador”. El zurdo recuerda ese momento y confiesa que ahora va al hogar para contar su experiencia.
Después de todo lo que pasaste, ¿has analizado el punto donde estás ahora, te has dado cuenta?
“O sea, es difícil analizar las cosas en un torneo tan corto y con tanta responsabilidad. Aún no tengo el tiempo para dimensionarlo. El fútbol no te da para pensar, acá hemos estado metidos día a día”
¿Te sientes un ejemplo de vida?
“Sí, me siento un ejemplo de vida, pero no sólo en el fútbol los hay, también existen Carabineros, abogados, etc, que han superado lo mismo que yo. Lo que pasa es que ellos son más anónimos y no salen en la tele como nosotros, no están tan expuestos como los futbolistas, y es igualmente valorable.
¿Cómo manejas esa situación?
“Voy al hogar de repente, a darle consejos a los niños que están allí. Hay que demostrarles que no todo está perdido en la vida cuando te va mal, que siempre existe una esperanza de surgir, una ilusión y es bonito compartir esa experiencia con ellos”.
Los encontrones con Mario Salas
Maturana conoció al actual DT de la Sub 20 en su paso por Barnechea y no fue fácil el comienzo, ya que sus personalidades chocaron y tuvieron algunas dificultades en un principio. Sin embargo, con el tiempo lo fueron superando y el jugador se ganó la confianza del ex volante de Everton, Unión Española y Colo Colo.
¿Cómo es el trato con Mario Salas?
“Con el profe tengo una gran relación, muy buena. Lo tuve en Barnechea y al principio tuve algunos problemas con él porque soy un jugador muy impulsivo, me enojaba porque soy una persona que no tiene pelos en la lengua y si tengo que pelear con alguien lo hago”.
¿Y cómo lo superaron?
“Eso ha ido mejorando con el tiempo, nos conocimos de a poco y por eso él me consideró en la selección, nos adaptamos y él confió mucho en mis condiciones”.
¿Le ha traído problemas esa personalidad díscola?
“Sí, la verdad es un tema a mejorar. Yo me enojó rápido, pero mis compañeros acá en la selección me han ayudado a manejar eso, también a manejar la ansiedad antes de los partidos y siento que últimamente lo he mejorado bastante, soy joven y sé que puedo hacerlo”.
El futuro
Terminado el Sudamericano, Maturana deberá volver a la U, donde se encontrará con un panorama muy complicado y tendrá que luchar para conseguir un lugar en la consideración de Darío Franco.
¿Vuelves a la U o esperas ir a préstamo?
“Hablé con el técnico y me quiere en la U, es por algo y seguramente tendré chances de jugar allá y me la jugaré”.
¿Y si no juegas?
“Ahora no, será a mitad de año. Si sucede eso, me iré a préstamo y tener continuidad en otro equipo, lo que más me importa es jugar al fútbol”.