El partido de la discordia.
EFE
SANTIAGO.- Suman y siguen las críticas para el árbitro chileno Enrique Osses, tras su actuación este martes en el duelo entre Nacional de Montevideo y Barcelona de Ecuador (2-2) por la Copa Libertadores.
Al juez nacional le cargan no haber cobrado un claro penal en favor de la visita, además de no expulsar de inmediato a un jugador uruguayo al que le sacó una segunda amarilla.
Tras esto, el presidente del cuadro torero, Antonio Noboa, avisó que irá a la Conmebol para poner un reclamo formal en contra del colegiado.
En Guayaquil insisten que se sintieron perjudicados con los cobros de Osses, por lo que exigirán sanciones.
Cabe recordar que la prensa internacional en masa catalogó como "escandaloso" el arbitraje del chileno.
En Ecuador no fueron tan duros, aunque declararon como polémico el arbitraje. El diario El Comercio recuerda el enojo del argentino Damián Díaz contra Osses. "El volante argentino se fue hacia los camarines haciendo señas de robo ante las cámaras. Su enojo se dirigía al árbitro Enrique Osses, que no sancionó un penal y tuvo una desatinada actuación a lo largo del encuentro jugado en Montevideo", dice el medio.
Este periódico aprovechó además de recordar la fila de polémicas en las que se ha visto encuelto el árbitro chileno, entra ellas "los problemas mayúsculos como la final de la Copa Sudamericana en la cual no se jugó el segundo tiempo. Osses dio por terminado el partido porque Tigre se negó salir a jugar el segundo tiempo por supuestas agresiones a los jugadores del equipo argentino. Sao Paulo se coronó campeón, pese a los reclamos de Tigre en contra de Osses".
El diario El Universo de Ecuador apuntó, en tanto, que "sin más tiempo para jugar, Osses se comió un claro penal en el área local, permitiendo al Nacional montar minutos después, a través de Recoba, un letal contragolpe que Alonso convirtió en el empate (90+2m)".