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La historia de Salah como DT de Colo Colo, el arquitecto del campeón de la Libertadores

El más seguro nuevo presidente del Cacique tuvo un exitoso paso por el club entre 1986 y 1990, aunque al inicio fue rechazado por su pasado azul.

17 de Abril de 2013 | 13:58 | Felipe Lagos, Emol
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Salah cuando era técnico de Colo Colo. En la foto (al medio) celebra el título de 1986 tras ganar a Palestino.

El Mercurio

SANTIAGO.- La historia de Arturo Salah con Colo Colo no comienza en 2013 con su más probable arribo a la presidencia del club, hay una trayectoria como entrenador que dejó una huella imborrable en la institución, que culminó con el lauro más importante de su historia: la Copa Libertadores 1991.

En 1986, el timonel del Cacique, Peter Dragicevic, se la jugó por este ex delantero de Universidad de Chile como nuevo encargado de la dirección técnica alba, provocando gran polémica por contratar a un hombre sin experiencia anterior y que tenía pasado en el archirrival.

El inicio de Salah como DT colocolino fue muy complicado porque los resultados no acompañaban y los hinchas lo resistían, al punto de que lo esperaban después de los partidos para insultarlo y agredirlo. Pero poco a poco fue encontrando la senda y finalmente, contra todo pronóstico, Colo Colo se coronó campeón nacional en 1986, tras vencer en una épica final a Palestino por 2-0, con una enorme actuación de Roberto Rojas y Hugo Rubio.

Ya con ese aval, Salah pudo trabajar más tranquilo en 1987, pero no consiguió repetir la corona local. Además, no tuvo suerte en la Copa Libertadores, siendo eliminado en primera fase; fue subcampeón del Torneo de Apertura (actual Copa Chile) perdiendo en la final ante Cobresal (0-2); y en el Campeonato Nacional fue escolta de Universidad Católica. Salvó la temporada ganando la liguilla a Copa Libertadores sin contrapeso. Esa temporada partieron Roberto Rojas y Fernando Astengo a Brasil, llegando refuerzos que serían importantes en el futuro del club como Daniel Morón y Ricardo Dabrowski.

En 1988 Salah coqueteó con el infierno. Comenzó la temporada ganando la Copa Digeder (hoy Copa Chile), pero en Copa Libertadores sufrió una humillante eliminación ante Oriente Petrolero de Bolivia en octavos de final. Pero lo peor estaba en el plano local, Colo Colo cumplió la peor primera rueda de su historia y tras la mitad del certamen era colista, siendo amenazado por el descenso.

El DT se tomó unos días para analizar si continuaba y eso coincidió con la levantada alba, pero Salah finalmente decidió seguir y con una segunda parte espectacular clasificó a la liguilla de la Libertadores, la cual terminó ganando. Con la partida de Hugo Rubio a Italia, la institución sumó los dineros para terminar el Monumental, y además llegó Marcelo Barticciotto a mitad de año. También fueron  asomando algunos jóvenes que harían historia como Miguel Ramírez y Javier Margas.

Para 1989, el Cacique pensó en grande para evitar otro desastre como el año anterior. Llegaron Rubén Espinoza, Eduardo Vilches, Sergio Salgado, Guillermo Carreño y Sergio Díaz como refuerzos, con el objetivo de pelear la Libertadores. Sin embargo, tras un empate ante Cobreloa en Calama y un vergonzoso arreglo entre los paraguayos Sol de América y Olimpia, los albos de nuevo se quedaron a la vera del camino en el terreno internacional. Al menos, en el torneo local impusieron sus términos, al ganar otra vez la Copa Digeder y luego el Campeonato Nacional, tras remontar en las últimas fechas una buena ventaja de Universidad Católica.

El último año de Salah como entrenador colocolino fue 1990. Nuevamente la Libertadores era la obsesión para un equipo que ya se conocía de memoria, pero otra vez el techo fueron los octavos de final. Vasco da Gama de Brasil eliminó a los albos por penales en un repleto Estadio Nacional, lo que marcó el final de la estadía del por entonces “bigotón” adiestrador, que partió a dirigir la selección chilena con miras a la Copa América 1991.

Antes de su partida, logró el tercer título consecutivo en la Copa Digeder, venciendo a la UC en la final, y dejó al equipo bien encaminado al bicampeonato, el que consiguió de la mano de su reemplazante, el croata Mirko Jozic quien al año siguiente ajustó un par de piezas para llevar al club a la cima de América y conseguir el primer tricampeonato de la historia alba.

Si bien Salah se fue antes de concretar su obra, consolidó un plantel que luego llegó a la gloria, con Morón en el arco; Espinoza, Lizardo Garrido, Vilches y Margas en el fondo; Ormeño, Pizarro y Díaz en mediocampo; Barticciotto, Dabrowski y Salgado en ofensiva.

Ahora será el turno desde las oficinas para rearmar el rompecabezas que tiene el Cacique en este momento para volver a llevar al club a los primeros planos del fútbol chileno.

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