Efraín Araneda no jugará la Copa Confederaciones por lesión.
EFE
RÍO DE JANEIRO.- Los miembros de la selección de Tahití jamás se imaginaron enfrentarse algún día con España y en un lugar mítico para el fútbol como el estadio Maracaná de Río de Janeiro, dijo Efraín Araneda, jugador tahitiano nacido en Chile y que no estará en la cancha por estar lesionado.
El partido de Tahití frente a la actual campeona del mundo será el próximo jueves en la Copa Confederaciones, que disputan ocho selecciones desde el sábado pasado en Brasil.
"Jamás lo soñamos" afirmó Araneda. "Ellos están ansiosos por vivir esta aventura", añadió el jugador de 34 años en referencia a sus compañeros.
Araneda, nacionalizado francés -lo que le permite jugar con el equipo-, sufre una lesión de ligamento que lo apartó de la selección de Tahití, donde vive hace 13 años y trabaja como guía turístico.
La selección solo cuenta con un jugador profesional, el atacante Mahama Vahirua, del Panthrakikos griego.
A sus miembros lo que más les impresiona en Brasil es el tamaño de los estadios, relató Araneda, puesto que en Tahití el mayor acoge a 12.000 personas. En comparación, el Maracaná tiene un aforo de unos 71.500 espectadores.
Tahití perdió por 6-1 frente a Nigeria en su debut en la Copa Confederaciones en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, pero aun así lo que le importó a los jugadores fue el tanto histórico que marcaron en una competencia internacional.
"El gol fue súper inesperado, algo maravilloso", dijo Araneda. Fue el primer tanto que lograba Tahití en una competición de la FIFA tras haberse ido en blanco en la que hasta ahora era su única presencia, en el Mundial Sub 20 de Egipto 2009, donde acabó última de su grupo tras ser goleada por España (8-0), Venezuela (8-0) y la propia Nigeria (5-0).
En Tahití, la mayor isla de la Polinesia francesa, el fútbol es el segundo deporte más seguido, tras el remo, dijo Araneda. "La gente allí está muy orgullosa de lo que están haciendo los chicos", aseveró.
