TEHERAN.- Los reformistas iraníes ganaron 28 de los 30 escaños legislativos sacados a elección en Teherán, dijo hoy la radio, y confirmó que los legisladores de ese movimiento obtendrán el control del parlamento desde la revolución islámica de 1979.
La victoria reformista en las urnas se hizo oficial cuando el Consejo Guardián, un organismo supervisor dominado por los intransigentes, anunció los resultados tras un retraso de más de tres meses.
Al parecer, el consejo se vio obligado a hacer el anuncio cuando el dirigente supremo, el ayatola Alí Jamenei, dijo ayer que no debía retrasarse más el anuncio de los resultados.
En su anuncio, el consejo respaldó las victorias de los principales aliados del presidente reformista Mohamad Jatami, concedió dos escaños a los intransigentes, entre ellos al ex presidente Hashemi Rafsanjani y anuló los resultados de dos distritos donde deberán efectuarse nuevas elecciones.
El anuncio de hoy es la primera noticia positiva para los reformistas en varios meses, tras haber sido blanco de una represión de los intransigentes, que desean anular las reformas iniciadas por Jatami desde que asumió la presidencia en 1997.
Pese a su derrota electoral, los intransigentes dominan aún el sistema judicial, los militares y los medios de información y tienen la capacidad de frenar, aunque no frustrar completamente, las iniciativas reformistas.
Los intransigentes afirman que los intentos de Jatami por moderar o eliminar las restricciones sociales, políticas y culturales dictadas por las leyes islámicas contradicen los ideales de la revolución que trajo al poder a los clérigos musulmanes en 1979.
Durante las cuatro últimas semanas, 18 diarios reformistas han sido clausurados por órdenes del sistema judicial dominado por los intransigentes, y varios reformistas importantes han sido detenidos y encarcelados.
Ejecutivos de 17 diarios, algunos de los cuales han sido clausurados, fueron citados hoy a comparecer ante un tribunal debido a quejas no especificadas presentadas en su contra, dijeron medios noticiosos. La mayoría de los citados -- aunque no todos -- eran reformistas.
La pérdida de la mayoría parlamentaria es un grave revés para los intransigentes, dado que la legislatura puede ahora aprobar leyes que permitan una mayor libertad de prensa y ordenar investigaciones en torno a las actividades de los jefes radicales, que hasta el momento no han tenido que responder ante nadie por sus acciones.
Fuera de Teherán, los reformistas han ganado la mayoría de los 290 escaños del parlamento iraní, que sólo cuenta ahora con 70 bancas en poder de los intransigentes.