JERUSALEN.- Los alrededor de 300.000 habitantes del norte de Israel recibieron a media tarde de hoy, lunes, la orden de cobijarse en los refugios antiaéreos en previsión de que el grupo integrista libanés Hizbulá (Partido de Dios), dispare cohetes "Katiusha" en respuesta a la muerte de dos civiles libaneses.
Poco antes, la radio estatal israelí había recogido informaciones de fuentes de seguridad libanesas en el sentido de que en uno de los ataques de la aviación de Israel contra la aldea de Jule, en el sur del Líbano, murieron dos civiles y otros siete resultaron heridos.
Aviones y helicópteros de la fuerza aérea israelí bombardearon en tres ocasiones, hasta media tarde de hoy, objetivos del Hizbulá en la llamada "zona de seguridad" -que el Ejército de Israel ocupa en el sur del Libano y de la que se propone retirarse antes del próximo mes de julio-, así como en el norte y fuera de aquélla.
A partir de este mediodía, también navíos de la marina israelí bombardeaban con cohetes objetivos del pro iraní Hizbulá en el suroeste del Líbano, al sur de la ciudad de Tiro.
Desde ayer domingo y hasta media tarde de hoy, cientos de aldeanos libaneses regresaron a sus casas en doce localidades de la "zona de seguridad" de regiones que abandonó el Ejército del Sur del Líbano (ESL), aliado de Israel, y los acompañaban guerrilleros del Hizbulá en una marcha triunfal.
A su vez, cinco destacados oficiales del ESL y sus familias huyeron hoy del sur del Líbano a Israel, a través del paso fronterizo de Turmus.
Otras decenas de libaneses de la "zona de seguridad" se dirigieron al paso fronterizo de Biranit y pidieron asilo en Israel, por temor a que Hizbulá tome represalias contra ellos.
Por otra parte, más de cien milicianos del ESL de las localidades de Binje Bel y Anaita se entregaron al Ejército regular libanés en el paso fronterizo de Bet Yahún.
Otros cuatro soldados del ESL interpusieron un recurso ante el Tribunal Supremo de Israel para pedir asilo político en este país, debido a que temen por sus vidas en caso de que se queden en el sur del Líbano.
Uno de los demandantes dijo que su padre y dos de sus hermanos murieron cuando se desempeñaban como soldados del ESL.
De otro lado, el primer ministro israelí, Ehud Barak, permanece reunido con la cúpula del Ejército de su país para tratar la nueva situación creada en la zona.