CARACAS.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió hoy la intervención del Gobierno estadounidense para que se solucionen los problemas técnicos que están poniendo en peligro la realización de las elecciones múltiples del 28 de mayo.
"Esto es muy extraño", dijo Chávez al referirse a la imposibilidad de ingresar al sistema informático que encontraron dos técnicos estadounidenses de la empresa "Elections Systems And Software (ES&S)" cuando hoy trataron de activar el programa que dirigirá el complejo proceso electoral.
"Después de trabajar durante cuatro o cinco horas esta madrugada no han conseguido abrir el programa y esto es muy grave, por eso a las cinco y media (9.30 GMT) le he llamado al embajador de Estados Unidos, John Maisto, para pedirle oficialmente que su Gobierno haga las gestiones que tenga que hacer con esta empresa y tome las decisiones que tenga que tomar", dijo Chávez en una entrevista divulgada por Radio Caracas Televisión.
El gobernante explicó que había solicitado la intervención directa de las autoridades estadounidenses porque, aunque la responsabilidad del problema es de la empresa "ES&S", que construyó las máquinas y elaboró el programa, ella concurrió al proceso electoral venezolano con el aval del Gobierno de Washington.
Chávez, que se mostró confiado en que "el problema se resuelva en los cinco días que quedan para las elecciones", no señaló qué ocurrirá si los expertos no logran identificar y solucionar los fallos que han impedido poner en marcha el sistema informático.
"Este extraño asunto llena de preocupación el ambiente nacional", admitió el presidente al reconocer la validez de los temores manifestados por diferentes grupos políticos sobre la posibilidad de que las elecciones deban separarse y efectuarse en dos fechas.
"El Consejo Nacional Electoral está reunido en este momento analizando el problema y ojalá que el día 28 tengamos las elecciones tal como está previsto", indicó el presidente.
Los analistas políticos piensan que, si las dificultades se mantienen, lo más probable es que el domingo se celebren las elecciones presidenciales, las de la Asamblea Nacional y las de los Parlamentos Andino y Latinoamericano, y queden para otra fecha las de Gobernadores, Consejos Legislativos regionales, alcaldías y juntas parroquiales.
La posibilidad cierta de una fragmentación de los comicios no es querida ni por los candidatos del "chavismo" ni por los de la oposición.
Tanto Chávez como sus dos rivales en la carrera presidencial, Francisco Arias y Claudio Fermín, han manifestado su deseo de que no se pospongan los comicios, del mismo modo que lo han hecho la mayoría de los candidatos a gobernaciones y alcaldías, con independencia de su orientación política, a los que las encuestas dan por ganadores.
Hasta hoy, todas las declaraciones de los directivos del CNE, de Chávez y de sus ministros insistían en que los inconvenientes que se habían presentado eran de poca monta y que no impedirían la celebración el domingo de todas las elecciones.
Es la primera vez que el presidente, o algún portavoz oficial, admite la gravedad de los problemas técnicos que han surgido y dejan abierta la puerta a una división de los comicios.
La complejidad del proceso fue destacada desde el principio por las autoridades electorales en vista de que en algunas circunscripciones los ciudadanos deberán efectuar más de 15 elecciones en las tarjetas.
La idea original es que el domingo los venezolanos elijan al presidente, a los miembros de la Asamblea Nacional y a los representantes en los parlamentos Andino y Latinoamericano.
Pero está previsto que voten también a los gobernadores regionales, a los miembros de los Consejos Legislativos regionales, a los alcaldes y concejales y a los representantes de las juntas parroquiales.
Los técnicos opinan que el principal problema se da en las alcaldías y juntas parroquiales, en vista de que allí se concentran la mayoría de los 32.000 candidatos que se presentan para cubrir los 6.251 cargos públicos en juego.
