NAZRAN.- La aviación y artillería rusas castigaron hoy a centenares de rebeldes separatistas en Chechenia, informaron las fuerzas armadas, en el cuarto día de una ofensiva para expulsar a los rebeldes de las montañas.
Fuentes rusas en Chechenia también afirmaron que resultó herido en los combates más recientes Aslan Masjadov, el presidente electo de Chechenia y comandante de las fuerzas chechenas que expulsaron a los rusos en la guerra de 1994-96.
Masjadov fue herido durante la noche en las afueras de la aldea de Malye Shuani, en la región Nozhai-Yurt, objetivo frecuente de los bombardeos y cañoneos rusos, dijo un portavoz en el poblado norteño de Gudermes, ahora administrado por los rusos.
La afirmación no pudo ser confirmada de manera independiente.
Las fuerzas armadas dijeron que unos 600 rebeldes fueron rodeados en la áspera región alrededor de Nozhai-Yurt, en el sudeste de Chechenia. Sin embargo, los militares suelen exagerar los daños que le causan a los separatistas.
La infantería rusa desiste ahora de buscar combates frente a frente con los rebeldes, y en cambio trata de precisar la ubicación exacta del enemigo para lanzarle ataques aéreos y de artillería.
Es una táctica que Rusia ha empleado en su campaña de nueve meses por someter a la república rebelde, aprovechando su abrumadora superioridad armamentista.
Las fuerzas rusas lanzaron el lunes una operación a gran escala para expulsar a los guerrilleros de las montañas de Vedeno y la zona de Nozhai-Yurt, en la frontera con la vecina Daguestán.
Los rebeldes han sido en su mayoría expulsados de las tierras bajas, y las fuerzas rusas ahora concentran sus esfuerzos en las montañas sureñas, donde los chechenos se ocultan entre barrancos y bosques. Rusia calcula que quedan unos 3.500 insurgentes en las montañas.
Aunque los rebeldes no han lanzado operaciones a gran escala últimamente, sí han tendido emboscadas que han cobrado numerosas bajas entre los rusos. Los analistas opinan que los separatistas tienen ahora la iniciativa.
El martes fue asesinado el segundo funcionario civil ruso en Chechenia, Sergei Zveryev, con un par de bombas detonadas a control remoto en su automóvil en las afueras de la capital chechena, Grozny.
El atentado demuestra la capacidad de los insurgentes de lanzar ataques en áreas supuestamente bajo control ruso. Las fuerzas rusas tomaron Grozny hace cuatro meses, pero las autoridades sospechan que muchos guerrilleros se infiltraron entre la población civil.