BEIJING.- China lanzó el miércoles un fuerte ataque contra el líder espiritual del Tíbet en el exilio, el Dalai Lama, tras acusarle, a él y a sus seguidores, de violación, asesinato y comerse a los niños.
La agencia oficial de noticias Xinhua citó al Tibet Daily al decir que durante el tiempo que el Dalai Lama permaneció en el Tíbet, éste presidió lo que fue el sistema "más oscuro, cruel y brutal de la historia de la humanidad".
Ese comentario, de gran dureza incluso para los cánones chinos, coincide con el 50 aniversario de la invasión china a Tíbet, en octubre de 1950, que marcó el final del reinado espiritual del Dalai Lama en su país.
El comentario del rotativo describe a la sociedad gobernada por el Dalai Lama como un sistema feudal, donde los monjes y los nobles actuaban como dictadores, vendiendo a los siervos "a quienes con frecuencia asesinaban y torturaban".
En un levantamiento contra las autoridades chinas en 1959, "desencadenado para proteger ese sistema feudal", el Dalai Lama y sus seguidores cometieron crímenes que iban desde los saqueos a templos a las violaciones y asesinatos, según el comentario del Tibet Daily.
En una ocasión, abrieron vivo a un niño de 9 años, se comieron su corazón, le cortaron en trozos y colgaron las partes del cuerpo de un árbol, señala el comentario.
La rebelión tibetana fue sofocada por los chinos, por lo que el Dalai Lama decidió emprender su exilio.
Actualmente, el líder espiritual vive, junto a 100.000 seguidores, en Dharamsala (India), y se ha convertido en una de las grandes figuras de la escena internacional con su reclamo de una mayor autonomía para el pueblo tibetano.
Las afirmaciones del Tibet Daily van más allá al asegurar que, aún en el exilio, el Dalai Lama continúa perjudicando a su nación y evitando su desarrollo al intentar frenar las ayudas ofrecidas a Tíbet por el Banco Mundial y los gobiernos de los países desarrollados.
"Eso muestra la amenaza que representa para el respeto de los derechos humanos las actividades separatistas", afirma el diario.
El Dalai Lama se erige ahora como "jefe de las fuerzas separatistas mundiales, sirve de herramienta para las fuerzas occidentales contrarias a China y es un criminal que divide a la madre patria".