CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II dijo el viernes durante una misa especial del Año Santo para migrantes e itinerantes que la discriminación es incompatible con las enseñanzas de la Iglesia Católica e instó a que se respeten sus derechos humanos.
"Desafortunadamente, actitudes de cierre al igual que de rechazo siguen existiendo en el mundo, producto de temores injustificados, así como también de absorberse en la vida propia de uno", dijo el Pontífice.
"Esa discriminación no es compatible con la pertenencia a Cristo y la iglesia", agregó.
Juan Pablo II dijo a los peregrinos congregados en una soleada Plaza de San Pedro que una cultura de tolerancia y de acogimiento debe correr parejas con "leyes y normas prudentes y previsoras".
Las leyes, dijo, deben "valorar la movilidad humana, impidiendo sus posibles repercusiones negativas, a fin de asegurarse de que cada persona es, en efecto, respetada y bien recibida".
"En la era de la globalización, sobre todo, la iglesia tiene una propuesta precisa: trabajar de manera tal que nuestro mundo, al que en ocasiones se define como una 'aldea global', se vuelva en realidad más unido, con una mayor solidaridad y más acogida" para los migrantes, dijo.
"Los seres humanos y el respeto por sus derechos deben estar antes que nada", agregó.
Poco después de la misa, cuando los peregrinos ya habían abandonado la plaza, unos 200 bengalíes e indios montaron una protesta pacífica.
Agitando banderas, pidieron al gobierno italiano que extienda permisos a todos los trabajadores inmigrantes, a fin de que pudiesen continuar en el país.
