MEXICO DF.- El número de observadores electorales extranjeros que participarán en los comicios generales del 2 de julio en México ha aumentado conforme avanza la cuenta regresiva para el día de la elección, informó el martes un funcionario del Instituto Federal Electoral (IFE).
"Hasta el dá de hoy tenemos 602 observadores acreditados, pero están pendientes más de cien solicitudes que serán resueltas en la sesión del jueves", dijo José Luis Escutia, integrante de la coordinación de asuntos internacionales del IFE.
El miércoles es el último día para la recepción de solicitudes. De ser aceptadas, las acreditaciones se darán a conocer el viernes, agregó.
Entre diciembre de 1999 y abril de este año el IFE acreditó a unos 50 observadores, mientras que en mayo se acreditaron 128 personas y en junio el número creció a 421, según datos del IFE.
Unos 59 millones de mexicanos están habilitados legalmente para votar el 2 de julio en la elección presidencial y en la renovación del Congreso.
La cadena radial InfoRed dijo el martes que, entre los observadores extranjeros, figurará una delegación encabezada por el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter.
La acreditación de observadores electorales extranjeros se vio afectada por el controversial caso de Tedford Lewis, director del programa para México de la organización no gubernamental estadounidense Global Exchange.
Lewis enfrentó un proceso legal para poder ingresar al país, después que obtuvo su acreditación de parte del IFE en marzo, pero las autoridades migratorias mexicanas no le permitieron permanecer en el país, pese a que contaba con la respectiva visa.
Un portavoz de Global Exchange informó que Lewis fue notificado el viernes de que podía ingresar al país y el lunes llegó a la Ciudad de México para reunirse con la delegación de 75 observadores electorales que coordinará Global Exchange para los comicios mexicanos.
Los observadores electorales extranjeros podrán permanecer en el país hasta el 15 de julio.
En las últimas semanas, delegaciones de observadores extranjeros han denunciado irregularidades en el proceso electoral mexicano, como la compra y coacción del voto en las comunidades rurales y la utilización de los programas sociales como herramientas proselitistas.
