
JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí, Ehud Barak, sobrevivió este lunes a una moción de censura en la Knesset (Parlamento) impulsada por la oposición de derecha, y luego partió rumbo a Estados Unidos, donde desde el martes participará en una cumbre con el Presidente palestino, Yasser Arafat, en Camp David.
Arafat ya se encuentra en Estados Unidos desde la medianoche del lunes en que llegó a la base aérea de Andrews, de donde subió a un helicóptero para trasladarse a Camp David.
Barak, antes de abordar un helicóptero que lo llevó al aeropuerto Ben Gurión, desde donde partió hacia Estados Unidos, declaró: "El gobierno ha sobrevivido (...) y parto a Camp David para intentar lograr un acuerdo (que) garantice los intereses vitales de Israel".
"Si hay un acuerdo al término de esta cumbre, sólo podrá tener lugar si los palestinos aceptan hacer compromisos dolorosos y ponen fin a sus acusaciones y amenazas", afirmó luego en el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
"Israel no quiere mantener bajo su poder al pueblo palestino (...) queremos mantener relaciones de buen vecino, basadas en el respeto, la libertad y la separación, que les permitirá a ustedes y a nosotros expresar una identidad independiente", añadió Barak refiriéndose a los palestinos.
La moción había sido presentada por el Likud, principal partido de la oposición de derecha, y estaba dirigida contra la participación de Barak en la cumbre con Arafat, auspiciada por el Mandatario estadounidense, Bill Clinton.
El texto recibió el apoyo de 54 diputados. Cincuenta y dos votaron en contra y siete se abstuvieron. Para ser adoptado debía obtener la mayoría absoluta de los miembros de la Knesset, es decir 61 votos sobre un total de 120.
Aún si no fue derrocado, fue la primera vez en un año que el gobierno de Barak es derrotado por una mayoría relativa durante la votación de una moción de censura.
El líder del Likud, Ariel Sharon, consideró el resultado de la votación como "una etapa hacia la caída del gobierno".
Barak había afirmado ante la Knesset -incesantemente interrumpido- que tenía "un mandato claro del pueblo" para negociar con Arafat, un acuerdo que ponga fin al conflicto entre los dos pueblos.
"Hoy voy a partir de Jerusalén unificada, la capital eterna de Israel, hacia Camp David, para culminar la obra de paz iniciada por Menahem Begin y Yitzhak Rabin", sostuvo Barak.
Mostrando una gran habilidad política se refirió en varias ocasiones a Menahem Begin, Primer Ministro del Likud, que concluyó en 1978 en Camp David, un histórico tratado de paz con el Presidente egipcio Anuar el Sadat.
Rabin, asesinado en 1995, firmó en 1993 con Arafat los acuerdos de Oslo sobre la autonomía palestina.
"Regresaré con un acuerdo que reforzará a Israel y que será presentado ante el pueblo, ya que es el pueblo el que me dio un mandato y sólo él decidirá", agregó.
Tres partidos de derecha miembros de la coalición gubernamental abandonaron el domingo a Barak como protesta por la cumbre y por nuevas concesiones territoriales a los palestinos.
La mayoría de Barak, que hasta entonces contaba con 68 votos, pasó a una minoría de 42 votos. Además nueve de los 23 ministerios quedaron vacantes.
"El Primer Ministro ya no tiene mayoría, no tiene gobierno y tampoco el apoyo del pueblo. De hecho, está solo", había expresado Sharon, descartando la creación de un gobierno de unión nacional.
Pero Barak sostuvo: "no partiré solo" a Camp David.
"A mi lado están dos millones de personas que nos llevaron al poder, los ciudadanos que quieren la paz, que quieren darle su oportunidad a la esperanza", sostuvo Barak, aludiendo a su amplia victoria electoral en las legislativas de mayo de 1999.
Luego enumeró las "líneas rojas" (no negociables) con los palestinos.
Barak rechaza que se cuestione la anexión de la parte este (árabe) de Jerusalén, que se vuelva a las fronteras previas al 4 de junio de 1967, que los refugiados palestinos regresen a Israel, que sea militarizada la parte palestina del valle del Jordán y que las colonias judías en Cisjordania, donde reside aproximadamente el 80% de los 200.000 colonos, pasen a manos palestinas.
También advirtió a los palestinos que Israel seguirá siendo "la fuerza militar número uno de la región".
Por la mañana, Barak se reunió en El Cairo con el Presidente egipcio Hosni Mubarak, quien el domingo se entrevistó con Arafat.
En Washington, el Presidente estadounidense, Bill Clinton, declaró este lunes que pensaba que era posible lograr un entendimiento sobre las grandes líneas de un acuerdo de paz.
"Será un proceso difícil, pero el hecho de que vengan hasta aquí significa que hay oportunidades de alcanzar (un acuerdo)", dijo Clinton a la prensa.
Al ser interrogado sobre la crisis política en Israel, Clinton señaló que una "gran mayoría del pueblo israelí quiere que Barak venga hasta aquí para buscar la paz".