
BELFAST.- Militantes de la Orden de Orange y del ala dura del protestantismo en Irlanda del Norte protagonizaron violentas manifestaciones de protesta contra las restricciones a su marcha por el barrio católico de Portadown, que se saldaron con varios heridos y 29 detenciones, según informó la policía.
Los bloqueos en las calles condujeron a paralizar amplias partes de la conflictiva provincia británica.
En Portadown, dos personas, un camarógrafo y una mujer resultaron heridos en los enfrentamientos. Otras cuatro fueron detenidas por posesión de artefactos explosivos. En la localidad de Aghalee (condado de Armaragh) otras tres fueron hospitalizadas por intoxicación por humo.
Los protestantes se manifiestan desde hace ocho noches contra la prohibición de que el desfile de la Orden de Orange atraviese la calle católica de Garvaghy, en la localidad de Portadown.
Desde el inicio de la protesta, las fuerzas de seguridad -policía y ejército británicos- han sido atacados en 280 ocasiones, según sus propios datos. Además, 57 policías y cinco soldados resultaron heridos, se practicaron 146 detenciones y 385 coches dañados.
Las protestas de la pasada noche se iniciaron pacíficamente. La tradicional orden instó a sus seguidores a paralizar la vida de la región. Miles de personas seguieron el llamamiento. Numerosas personas salieron antes del trabajo y regresaron a su casa, en lugar de participar en las acciones de protesta.
En la parte protestante de Belfast se registraron violentos enfrentamientos. Un automóvil de la policía recibió siete disparos. Un joven de 20 años fue herido de bala en la pierna. Se robaron e incendiaron coches.
Las fuerzas de seguridad en las inmediaciones de la iglesia de Drumcree, en Portadown, fueron de nuevo objeto de ataques. En un enfrentamiento con alrededor de 300 jóvenes se emplearon carros hidrantes.
Las manifestaciones, sin embargo, no llegaron a tener la dimensión de años pasados, según informó la policía.
El secretario británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, y David Trimble, jefe del gobierno de la provincia, exhortaron a la calma, señalando que el diálogo es la única respuesta a la disputa de Drumcree.
Mandelson recalcó que el gobierno británico no cederá a la presión.
La Orden de Orange, que debe su nombre al rey William III de Orange, fue fundada en 1795 para proteger los intereses de los protestantes, y ha realizado la marcha de Drumcree cada año desde comienzos del siglo XIX.
Esta recuerda la derrota del rey católico James II por las fuerzas del rey William en la batalla de Boyne, el 12 de julio de 1690.