POTOSI- Los reyes de España ascendieron el domingo al famoso Cerro Rico de Potosí, emblema de la intensa explotación minera efectuada por la corona española en sus colonias americanas entre los siglos XVII y XIX.
El ascenso hasta la mitad del yacimiento de plata, a 4.350 metros sobre el nivel del mar, fue el acto destacado de la visita de cuatro horas de los reyes Juan Carlos y Sofía a la ciudad de arquitectura colonial, en su segundo día en Bolivia.
El soberano español no pronunció discursos ni hizo declaraciones, prefiriendo atender las explicaciones de expertos y autoridades sobre el espléndido pasado que dio a Potosí, 450 kilómetros al sur de La Paz, el título de "villa Imperial de Carlos V".
Los monarcas visitaron también la colonial Casa de la Moneda, ahora convertida en museo, desde donde caminaron 300 metros hasta un convento de monjas, para asistir a una misa privada.
En ese trayecto, los visitantes fueron aplaudidos por unos 2.000 potosinos, en la única ocasión en que la rígida seguridad pareció suavizarse.
El alcalde de Potosí, René Joaquino, dijo que la ciudad, al ser visitada por primera vez por la pareja real española, veía reconocido en parte "su enorme aporte al imperio español durante siglos de explotación".
La ciudad, por su Cerro Rico y sus más de un centenar de templos, conventos y otros edificos coloniales, ha sido declarada por Naciones Unidas Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.
Los reyes Juan Carlos y Sofía fueron agasajados en el almuerzo con una selección de platos andinos, incluida carne de llama, antes de retornar en la tarde del domingo a La Paz.
El lunes, cumplirán en La Paz su jornada más intensa, con sucesivas audiencias con el presidente Hugo Banzer y el alcalde Juan del Granado, antes de asistir a una sesión de honor del Congreso Nacional.
El martes, en el último día de su segunda visita conjunta a Bolivia, los monarcas ibéricos irán a la ciudad sureña de Sucre, unos 550 kilómetros al sur de La Paz, donde en 1809 se lanzó el primer grito libertador.