THURMONT.- El presidente Bill Clinton regresa hoy de la conferencia económica de Japón para continuar su mediación en las negociaciones entre israelíes y palestinos en Camp David donde, dijo, "no han malgastado el tiempo" durante su ausencia.
Al cumplirse el 13er. día de la cumbre -la misma cantidad de días que tardó el acuerdo de la primera cumbre de Camp David, entre Israel y Egipto en 1978- ni Israel ni los palestinos parecían ceder en sus posiciones con respecto al tema más delicado: Jerusalén, reclamada por ambos como su capital.
"La pelota está del lado israelí", dijo Hassan Abdel Rahman, enviado en Washington de la Organización para la Liberación de Palestina. "¿Harán lo necesario para un acuerdo o se mantendrán en sus posiciones inaceptables?"
El portavoz israelí Gadi Baltiansky dio a entender, por su parte, que son los palestinos quienes deben ceder. Una vez que regrese Clinton, dijo, "veremos si hay motivos para continuar en este esfuerzo".
Después, hablando a la televisión israelí, declaró: "Es más fácil vaticinar lo que ocurrirá en 24 años que lo que ocurrirá aquí en 24 horas".
La secretaria de Estado Madeleine Albright, quien tomó el lugar de Clinton tras la partida del mandatario a la cumbre económica del G-8 en Japón, se llevó durante el fin de semana en excursiones separadas al líder palestino Yasser Arafat y al primer ministro israelí Ehud Barak. Fue la primera vez que los mandatarios salían del lugar de descanso presidencial desde el inicio de la cumbre.
El portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher dijo que la primera tarea de Clinton al regresar será reunirse con sus propios asesores. Agregó que no había una agenda fija para hoy, pero que no le sorprendería que Clinton se reuniera con ambos mandatarios esta tarde.
Interrogado sobre las probabilidades de que continúe la cumbre, dijo que la evaluación inicial de Clinton será extremadamente importante. Después de que el miércoles se declarara prematuramente el fracaso de la cumbre, "uno vacila en hacer cualquier tipo de pronóstico", dijo.
No se ha fijado una fecha tope para las negociaciones, pero Boucher dijo que la mediación estadounidense no podrá continuar indefinidamente. "No estamos aquí para un período de tiempo ilimitado", comentó.
A lo largo de la cumbre, los voceros estadounidenses han reconocido que el ambiente se ha tornado sumamente tenso. Boucher dijo que esa situación continuaba, pues los mandatarios negocian sobre los temas más delicados.
"Continúa siendo muy difícil y continuamos avanzando", dijo Boucher. "Quizás lograremos un acuerdo, quizás no".
Las principales cuestiones en las conversaciones son las fronteras de un estado palestino en Cisjordania y la franja de Gaza y el destino de varios millones de refugiados palestinos.
Pero el verdadero centro de controversia es Jerusalén, la antigua ciudad reclamada como capital por ambas partes.
El tema incluso fue abordado por el papa Juan Pablo II en su alocución dominical a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
El Sumo Pontífice abogó por la internacionalización de la ciudad arguyendo: "La Santa Sede persiste en mantener que sólo un status especial, garantizado internacionalmente, puede preservar efectivamente las áreas más sagradas de la Ciudad Santa y garantizar la libertad de culto para todos los fieles que, en esa región y todo el mundo, ven a Jerusalén como encrucijada de paz y coexistencia".