LIMA.- El nuevo primer ministro, Federico Salas, responsabilizó hoy a los opositores por los muertos y heridos registrados en las manifestaciones contra el tercer mandato del presidente Alberto Fujimori.
Fujimori, que juró ayer para su nuevo período de cinco años, designó esta mañana a su gabinete de 15 ministros en una ceremonia en el Palacio de Gobierno. Mantuvo a varios de sus colaboradores y reemplazó a otros.
Salas, un ex candidato presidencial opositor a Fujimori, asumió como presidente del Consejo de Ministros, cargo con rango de primer ministro, en el que reemplazó a Alberto Bustamante, que fue mantenido como titular de Justicia.
En su primera presentación ante la prensa, Salas se refirió a los violentos incidentes de ayer en los cuales seis personas perecieron en un incendio en el estatal Banco de la Nación, al que turbas descontroladas le prendieron fuego al igual que a otros tres edificios públicos.
Por ser día feriado debido a las fiestas patrias, la entidad bancaria estaba cerrada. Las víctimas fueron identificadas como vigilantes de la entidad.
Otras 80 personas, entre civiles y policías, resultaron heridas en los disturbios producidos durante una manifestación convocada por la oposición para repudiar el nuevo mandato de Fujimori, en el poder desde 1990.
"Consideramos a los organizadores (de las manifestaciones) como los responsables directos de todo lo ocurrido", afirmó Salas.
Rechazó las denuncias del líder opositor y ex candidato presidencial, Alejandro Toledo, que aseguró que los actos de vandalismo fueron causados por agentes del servicio de inteligencia, infiltrados entre los manifestantes.
"Puedo dar fe que no ha habido una acción orientada de parte del gobierno. Por el contrario, ha habido cautela y prudencia muy grande de parte de la policía nacional", para controlar los desmanes, dijo Salas.
El canciller Fernando de Trazegnies, que acompañó a Salas en la rueda de prensa, dijo que "la imagen internacional, la imagen del gobierno se ha visto muy afectada, de manera que es absurdo pensar que pudiera haber habido infiltrados del servicio de inteligencia".
El nuevo primer ministro, al que Fujimori considera un dirigente de "oposición moderada", expresó la esperanza que su presencia en el gobierno contribuya "que haya una apertura hacia las fuerzas políticas maduras".
Sin identificar a ninguna organización, descartó que la eventual apertura se extienda "hacia las fuerzas políticas irresponsables".
