LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Hugo Banzer, convocó otra vez este domingo a Chile a iniciar un proceso de integración destinado a superar el centenario del diferendo marítimo que distancia a estas naciones sudamericanas.
En su informe anual a la nación ante el pleno del Congreso que sesionó en la histórica Casa de la Libertad, en la ciudad de Sucre (sudeste), insistió en la necesidad "de emprender un diálogo directo con Chile, para establecer un gran marco de cooperación política y económica binacional".
Lo planteó en el ámbito de una agenda común "que permita abordar y resolver los problemas fundamentales que nos separan", además del encierro geográfico boliviano, consumado tras la guerra que enfrentó a ambos países en 1879, una controversia reciente desatada a raíz de la explotación de una vertiente andina que abastece a varias regiones del norte chileno.
"Bolivia desea poner en marcha un programa de desarrollo integrado del occidente de Bolivia y el norte de Chile", anunció al tiempo de proponer un proyecto trinacional de desarrollo que implique también a Perú, aliado boliviano en la guerra del siglo pasado contra Chile.
"Pero aspiramos también, sinceramente, a que el sur del Perú se asocie a este emprendimiento, lo cual implica movilizar los recursos y capacidades de las tres regiones para reconstruir el espacio económico y cultural que fracturó en el conflicto bélico del siglo 19", postuló.
"Pero además estaríamos contribuyendo así a articular las cuencas del Atlántico y el Pacífico y aproximar las economías y los mercados de Bolivia, Chile y Perú con los de Brasil y los otros países del Mercosur", dijo.
La propuesta de Banzer, manifestada recientemente ante un foro internacional, se registra tres semanas antes de un probable encuentro con su par chileno, Ricardo Lagos, en una cumbre sudamericana, prevista para el 31 de agosto y 1 de septiembre en Brasil.
Según versiones de la prensa local, Banzer y Lagos también abordarían el tema de la vertiente del Silala -que suministra agua, entre otras, a las ciudades de Arica, Iquique y Antofagasta- cuya explotación ha generado últimamente discrepancias entre La Paz y Santiago.
"Bolivia, por sus propios intereses, ha expresado su disposición a escuchar los planteamientos de Chile sobre esta cuestión, hecho que, por cierto, no implica el reconocimiento de presuntos derechos de ese país sobre dichas aguas", agregó.
Bolivia y Chile mantienen cortadas sus relaciones diplomáticas desde 1978.