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Aseguran que Ben Laden financia rebeldes de Abu Sayyaf

Según un informe militar, que fue defendido hoy por las autoridades filipinas, y declaraciones de un ex miembro del grupo guerrillero, el terrorista más buscado por EE.UU. creó la Organización Internacional de Ayuda Islámica para financiar a grupos separatistas filipinos.

09 de Agosto de 2000 | 03:17 | EFE
MANILA.- Abu Sayyaf, grupo protagonista de los secuestros de la isla de Joló, recibe financiación desde 1992 de una organización de ayuda musulmana creada por el terrorista saudí Osama Ben Laden en Filipinas, según un informe del Servicio de Inteligencia Militar y las declaraciones de un ex miembro del grupo.

Según el informe militar, que fue defendido hoy por las autoridades filipinas, el terrorista más buscado por EE.UU. creó la Organización Internacional de Ayuda Islámica (IIRO, siglas en inglés) para financiar a grupos separatistas filipinos.

Al parecer, esta organización tiene oficinas en Manila y otras ciudades de Mindanao, una gran isla al sur del país donde luchan por la independencia Abu Sayyaf y el Frente Moro de Liberación Islámica.

Aunque recientemente se informó de que Ben Laden entregó dinero a Abu Sayyaf para comprar armas, un ex miembro del grupo separatista, alias Abu Anzar, confirmó a un diario local que el saudí y su cuñado Mohammad Jamal Khalifa establecieron en 1992 la organización en el país asiático como tapadera para dotar de fondos a los rebeldes filipinos.

De la misma opinión es el Servicio de Inteligencia Militar, cuyo informe asegura que el IIRO está amparada por la Liga Mundial Musulmana y que "está siendo utilizada por terroristas extranjeros como un conducto para distribuir fondos a extremistas locales".

El multimillonario Osama Ben Laden financia con su fortuna acciones terroristas en todo el mundo y se convirtió en el hombre más buscado por EEUU después de que sendas bombas estallaran en sus embajadas de Kenia y Tanzania en 1998 y provocaran la muerte de 257 personas.

Khalifa, por su parte, vive en Filipinas desde hace nueve años y ha negado su vinculación con Ben Laden, pero su segunda mujer es una hermana del terrorista saudí.

En este sentido, el informe militar reconoce que "la red de Ben Laden está profundamente asentada en Filipinas" y añade que IIRO creó en 1992 una universidad en Zamboanga (sur de Mindanao), donde la mayoría de sus estudiantes son musulmanes.

Otro terrorista que ha sido relacionado con Abu Sayyaf es Ramzi Ahmed Yousef, el cerebro del atentado contra el World Trade Center de Nueva York y actualmente encarcelado en EE.UU.

En cuanto a los orígenes de Abu Sayyaf, se remontan a 1991 cuando lo fundó Abdurajak Abudakar Janjalani, quien recibió entrenamiento en Libia y luchó en la guerra de Afganistán.

Tras su muerte, en 1998, las luchas por el liderato llevaron a divisiones internas y en la actualidad tiene varios líderes, entre ellos Galib Andang, conocido como Comandante Robot y por su protagonismo en el secuestro de Joló.

Pero la verdadera historia de Abu Sayyaf ha sido escrita por la sangre de sus víctimas, ya que se trata del grupo más violento de cuantos luchan en Mindanao.

Su primera acción tuvo lugar en 1992 cuando estalló una bomba en el puerto de Zamboanga, que provocó varios heridos, pero la más violenta fue en 1995 contra la comunidad cristiana de Ipil (provincia de Zamboanga) con un saldo de 53 muertos.

Desde entonces, atentados y secuestros se han sucedido, entre los más sonados el de tres monjas españolas en 1993 y el actual de la isla de Joló.

De las 21 personas secuestradas en Malasia y después trasladadas a Joló (960 kilómetros al sur de Manila) el pasado 23 de abril, aún quedan 14 cautivas (tres malasios, dos alemanes, dos franceses, dos sudafricanos, dos finlandeses, dos filipinos y una libanesa).

A éstos se unieron en julio tres periodistas franceses y doce evangelistas filipinos.

Mientras el Gobierno estudia cuál es la mejor solución para la crisis, que le ha provocado graves tensiones diplomáticas, Abu Sayyaf llena sus arcas con el cobro de rescates.

Hasta ahora, ha liberado a seis malasios, una alemana, dos periodistas filipinos y otro reportero alemán. Se calcula que por todos ellos ha cobrado 5,5 millones de dólares.