BUENOS AIRES.- Varios miles de personas manifestaron hoy su oposición a las políticas gubernamentales y reclamaron frente al Congreso un seguro de desempleo para los jefes de familia desocupados, en la culminación de la Marcha Grande por el Trabajo, que recorrió a pie más de 400 kilómetros en dos semanas.
Liderados por Víctor De Genaro, titular de la izquierdista Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), los ruidosos manifestantes provenientes de diferentes puntos del país expresaron su oposición a la política económica impulsada por el gobierno del presidente Fernando de la Rúa y pidieron que las autoridades encuentren una solución para el elevado desempleo, que afecta al 14,5% de la población, unos cuatro millones.
A ellos se unieron otros miles alineados en la rebelde Confederación General del Trabajo (CGT), liderada por el dirigente opositor Hugo Moyano.
"Le decimos al presidente de la nación: si él cree que es justo y necesario resolver el problema de la desocupación, entonces tiene que resolverlo", manifestó De Genaro tras entonar las estrofas del himno nacional.
"Si no puede estaría faltando a un derecho fundamental que es no cumplir con su mandato", aseguró desde el palco montado a espaldas al Congreso. "No estamos dispuestos a bancarnos (aceptar) que nos digan que no se puede y se sigan muriendo 55 chicos por hora".
La Marcha por el Trabajo partió hace 15 días de la ciudad de Rosario, 400 kilómetros al norte, con el fin de recoger más de 1 millón de firmas y presentar un petitorio a las autoridades por un seguro de desempleo de 380 dólares para los jefes de familia desocupados y un subsidio de 60 dólares para cada hijo.
La protesta coincidió con otras en distintos puntos del país que llevan adelante gremios de empleados estatales a los cuales el gobierno recortó los salarios entre el 12 y el 15%.
"Estoy protestando por la falta de vivienda y de trabajo, por el alto índice de desocupación, y para que el gobierno cumpla con las promesas de su campaña", manifestó a la AP Angel Vargas, un obrero de la construcción de 42 años que hizo más de 1.100 kilómetros desde la ciudad de San Juan para llegar hasta el Congreso.
Vestido como un típico gaucho, con pantalones tipo bombacha negros, sombrero negro y pañuelo con los colores celeste y blanco de la bandera argentina, Vargas dijo que "no basta con que el gobierno sea honesto".
"Queremos que el gobierno se preocupe más por la gente", dijo el hombre que confesó haber votado a de la Rúa y gana 200 dólares al mes trabajando 7 horas por día.
Portando un gran cartel con la leyenda "Tribuna docente", Jorge González, maestro de 28 años explicó que decidió apoyar la protesta porque en la Argentina "los salarios son de hambre y no alcanzan para cubrir el costo de una canasta familiar".
El maestro, que gana 700 dólares al mes enseñando en dos escuelas primarias, consideró que "habría que aumentarlos (a los salarios) para reactivar la economía".
Desde que asumió en el poder, en diciembre pasado, el gobierno ha implementado un generalizado incremento de impuestos y un severo recorte del gasto público que incluyó una rebaja de entre el 12% y el 15% de los salarios de unos 120.000 empleados públicos.
El recorte del gasto público y el aumento de impuestos se fundamentó en la necesidad de cumplir con un déficit de 4.700 millones de dólares comprometido al Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas medidas le costaron al gobierno dos huelgas nacionales y numerosas manifestaciones públicas callejeras.
El gobierno ha manifestado que la desocupación es una de sus principales preocupaciones, aunque ha responsabilizado a la anterior administración del presidente Carlos Menem por los 4 millones de personas con problemas de empleo.
