MANILA.- Un avión libio y otro filipino despegaron del aeropuerto internacional de Manila hacia la ciudad de Zamboanga (890 kilómetros al sur de la capital filipina) para recoger a los rehenes de Joló, que supuestamente serán liberados hoy.
Se trata de un aparato de la Philippine Airlines (PAL), fletado por el Gobierno filipino para trasladar a los diplomáticos de los países que tienen rehenes en Joló y a sus familiares.
El otro avión, que despegó poco después, ha sido enviado por el Gobierno libio para trasladar a los extranjeros cautivos cuando logren su libertad supuestamente a Trípoli, donde serían entregados a sus autoridades respectivas.
Libia ha desempeñado un papel destacado en la resolución de la crisis de los rehenes de Joló y ayer, tras recibir las felicitaciones de los Estados Unidos, un portavoz del Ministerio de Exteriores del país magrebí aseguró que el fin del secuestro estaba cerca.
El grupo de extranjeros retenidos en Joló está formado por nueve turistas (dos alemanes, dos franceses, dos finlandeses, dos sudafricanos y una libanesa) que fueron secuestrados el 23 de abril en Malasia, a los que se unieron tres periodistas franceses, cuando intentaron entrevistar a los cautivos el 9 de julio.
Además de los extranjeros, la guerrilla separatista musulmana Abu Sayyaf tiene retenido a un filipino, que trabajaba en el complejo turístico donde se produjo el secuestros, y a tres malasios que deben estar camino hacia su libertad, tal y como anunciaron ayer.
El máximo responsable del equipo oficial de negociadores, Roberto Aventajado, y el ex embajador libio en Filipinas Rajab Azzarouq partieron esta mañana de Zamboanga con destino a Joló para recoger a los tres malasios que, al parecer, permanecen aún en manos de los guerrilleros separatistas.
En cuanto a la suerte de los tres malasios, lo más probable es que sean llevados a Zamboanga y desde allí a Sabah (Malasia) en un avión privado que será pilotado por el padre de uno de ellos.
Mientras tanto, en los alrededores de la localidad de Talipao (Joló), donde supuestamente recogerán los mediadores a los rehenes malasios, el Ejército se encuentra en estado de alerta, aunque las autoridades han asegurado que no habrá movimiento de tropas.
En ocasiones anteriores, los supuestos movimientos de tropas del Ejército cerca del lugar donde debían celebrarse reuniones entre los secuestradores y los mediadores impidieron dichas reuniones, según denunciaron los líderes de Abu Sayyaf.
