OSLO/STAVANGER.- Los buzos noruegos que llevaron a cabo la infructuosa operación de rescate de los tripulantes del submarino atómico ruso Kursk y la empresa para la que trabajan rechazaron hoy participar por el momento en la tarea de recuperar los 118 cadáveres atrapados en el interior del sumergible.
El vocero de la empresa noruega Stolt Offshore, Leif Aspen, dijo en la ciudad de Stavanger que continuar los trabajos en los restos del navío implicaría riesgos elevados.
El director de la matriz de Stolt Offshore, Julian Thomson, declaró en la ciudad escosa de Aberdeen que tal labor entrañaría grandes peligros, sobre todo debido a la presencia de dos reactores nucleares en el sumergible, varado en el fondo del mar de Barents.
El coordinador de las labores de rescate por parte de Noruega, almirante Einar Skorgen, se pronunció en favor de que el Kursk, de 19.500 toneladas, sea levantado en su totalidad del fondo marino.
El Ministerio de Relaciones Exteriores en Oslo afirmó que "en principio" había acogido "positivamente" una solicitud de los rusos para participar en una operación destinada a recuperar los cadáveres.
Según la radio noruega, la empresa Global Tool, especializada en la construcción de plataformas marítimas para la extracción de petróleo y gas, ofreció llevar a cabo esa tarea, a condición de que exista una cooperación permanente con expertos en materia de seguridad nuclear y con los constructores del submarino ruso.