VIENA.- El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) criticó hoy a Corea del Norte por no permitir que sus expertos verifiquen que no desvía material nuclear para usos bélicos y apeló a sus autoridades para que respeten sus compromisos internacionales.
El director del OIEA, Mohamed El-Baradei, señaló ante la Junta de Gobernadores de este organismo de las Naciones Unidas, con sede en Viena, que "no ha habido un cambio significativo" en los últimos meses en las relaciones entre este departamento y el régimen de Pyongyang.
El-Baradei explicó que el OIEA sigue "sin poder verificar que Corea del Norte haya declarado realmente todo el material nuclear que debe ser sujeto al sistema de salvaguardias", es decir, de vigilancia para constatar que no desvía material fisible nuclear a otros usos que no sean los pacíficos.
Para el OIEA, la actual fase de construcción del primer reactor de agua ligera en ese país asiático hace necesaria la presencia de inspectores del organismo para vigilar que "los elementos nucleares clave" que se van a emplear son para uso pacífico.
"Corea del Norte debería respetar totalmente su acuerdo de salvaguardias que forma parte del compromiso entre Pyongyang y EE.UU", explicó el director del OIEA.
Ello supone que Corea del Norte debe dar todos los pasos para que el OIEA pueda verificar que el informe sobre material nuclear remitido por Corea del Norte al organismo es exacto y completo.
Todo el proceso de verificación del material nuclear de Corea del Norte llevará a ese departamento de la ONU "entre tres y cuatro años", indicó El-Baradei, quien añadió que confía en que el régimen de Pyongyang comience pronto a cooperar activamente con el organismo porque ello sería una muestra de que respeta sus compromisos internacionales y contribuirá a normalizar sus lazos con el OIEA.
El OIEA y Corea del Norte rompieron sus relaciones en junio de 1994 después de que el organismo de la ONU le indicó que consideraba que la cifra de plutonio que había reconocido tener era inferior a la estimada.
En octubre de ese mismo año, Corea del Norte suscribió con EEUU un acuerdo bilateral por el que ese país construirá, a cambio de que el régimen de Pyongyang congele su programa nuclear, dos reactores de agua ligera, con 4.600 millones de dólares aportados por EEUU, Corea del Sur y Japón.
El acuerdo también incluye la supervisión "in situ" de los proyectos por parte de inspectores enviados por el OIEA.
