CIUDAD VATICANO.- El Papa Juan Pablo II apeló el miércoles a las autoridades estadounidenses para tratar de salvar la vida a un joven convicto de asesinato cuya ejecución está prevista para el jueves.
El pedido de clemencia para Derek Rocco Barnabei ocurrió sólo horas después de que una corte federal del estado de Virginia rechazara una solicitud de los abogados del convicto para postergar la ejecución a fin de realizar más pruebas de ADN.
Barnabei, de 33 años, debía ser ejecutado el jueves a las 21:00, hora local (0100 GMT del viernes), por medio de una inyección letal, tras resultar convicto del asesinato en 1993 de su novia, Sarah Wisnosky.
Su caso se hizo célebre en Italia, donde no existe la pena de muerte, en parte debido a la controversia que rodea la desaparición temporal de pruebas de un tribunal en la ciudad de Norfolk, en Virginia.
"En el espíritu de clemencia del Año de Jubileo (2000), yo sumo mi voz una vez más a aquéllos que piden que la vida del joven Derek Rocco Barnabei no sea tomada", dijo el Papa durante su primera audiencia general de la semana.
Esta es el primer pedido público del Papa a las autoridades estadounidenses para salvar la vida de Barnabei, aunque el Pontífice ya había hecho llegar esa solicitud a través de canales diplomáticos.
El gobernador del estado de Virginia, Jim Gilmore, rechazó a principios de esta semana una petición de clemencia de Barnabei.
La historia del joven estadounidense ha aparecido en las primeras planas de los periódicos italianos durante semanas.
La joven Wisnosky, de 17 años, fue violada, estrangulada, y golpeada hasta la muerte, poco después de matricularse en la universidad Old Dominion, en Norfolk. Su cuerpo desnudo fue hallado flotando en un río.
Barnabei ha mantenido su inocencia y sus abogados alegan que las pruebas, que desaparecieron durante varios días de la sala de un tribunal en Norfolk, habían sido alteradas, pero las autoridades judiciales lo niegan.
Los italianos planean realizar demostraciones y vigilias antes de la prevista ejecución de Barnabei.
El año pasado, el gobernador del estado de Missouri conmutó la pena de muerte de un recluso después de una solicitud personal del Papa.
