GAZA.- El día de hoy, en el que el líder palestino Yaser Arafat iba declarar el Estado independiente, transcurrió con normalidad en Cisjordania y en la densamente poblada franja de Gaza.
La decisión de aplazar la declaración del Estado independiente hasta el 15 de noviembre fue adoptada el pasado domingo por el Consejo Central Palestino (CCP), que funciona como "miniparlamento".
Aunque el CCP no ha decidido que sea ese día cuando se proclame el Estado, se trata de una fecha simbólica, porque tal día en 1988, Arafat declaró en Argelia el "Estado palestino en el exilio".
"Si el Estado palestino independiente no se ha declarado hoy, se hará en noviembre y si no en enero o cualquier otro día; el Estado se declarará tarde o temprano", dijo a EFE Karim Darwish, un taxista de 26 años de la ciudad autónoma de Gaza.
"Puesto que hemos esperado tantas décadas podemos esperar algunos meses más", comentó Darwish con resignación musulmana o estoicismo laico.
Israelíes y palestinos firmaron el 4 de mayo de 1994 en El Cairo, un acuerdo de autonomía palestina para parte de Cisjordania y la franja de Gaza por un período provisional de cinco años, que finalizó en esa misma fecha en 1999.
Pero el 13 de septiembre de ese mismo año, ambas partes acordaron extender el período provisional de autonomía hasta la misma fecha del 2000, con la pretensión de ganar tiempo para alcanzar un tratado definitivo de paz, que no se ha concluido, pese a las negociaciones entre Arafat y el Primer Ministro israelí Ehud Barak.
Arafat dijo que Estados Unidos ha pedido extender en otras cinco semanas el período de negociaciones con Israel, prórroga rechazda por los palestinos tras el fracaso de la cumbre de Camp David, con la mediación del Presidente estadounidense, Bill Clinton.
"Hemos aplazado la declaración del Estado palestino y aceptamos reanudar las negociaciones porque no queremos que EE.UU. e Israel nos acusen de eludir el proceso de paz", dijo el líder palestino.
Según se informó hoy, las negociaciones se reanudarán mañana, jueves, en Washington, con la mediación de Estados Unidos, Egipto y otros países árabes, y la Unión Europea.
"Tenemos derecho a declarar el Estado palestino en base a las resoluciones 242 y 338 de la ONU (de 1967 y 1973 respectivamente), y el principio de territorios a cambio de paz acordado en la Conferencia de Paz de Madrid de 1991", afirmó Arafat.
El diputado Ziad Abu Amer, presidente de la Comisión Política del Parlamento palestino, dijo hoy que "lamentablemente hemos extendido el período provisional sin haber recibido nada a cambio".
Durante la jornada de hoy no se produjo casi ningún hecho significativo -simbólico o no-, a excepción de unas pocas manifestaciones de palestinos en algunas localidades de Cisjordania y Gaza, que cuentan con una población total de casi tres millones.
El movimiento pacifista israelí "Paz Ahora" ("Shalom Ajshav" en hebreo) organizó, también hoy, una marcha por Jerusalén que concluyó en la Puerta de Yafo de su casco antiguo, con un llamamiento a Barak y a Arafat de "no renunciar a la paz".
Uno de los elementos que pudieron contribuir a que ni hoy, ni en los últimos meses, se hayan producido enfrentamientos violentos entre palestinos e israelíes son las estrechas relaciones económicas bilaterales.
En Israel trabajan 120.000 palestinos, lo que supone un ingreso total de mil millones de dólares al año, una cifra igual a la del presupuesto anual de la Autonomía Palestina.
Además, las compras de israelíes en las zonas autónomas palestinas de Cisjordania y Gaza ascienden a 500 millones de dólares anuales.
Por ese motivo, el prestigioso diario progresista israelí "Haaretz" dice en uno de sus titulares de hoy que Arafat "prefiere los negocios antes que la independencia".