MOSCÚ.- Un avión ruso de la compañía aérea Vnukovo procedente de Moscú aterrizó hoy en el aeropuerto internacional Sadam Husein, en Bagdad, con cinco toneladas de medicinas y material sanitario a bordo, informaron fuentes del aeródromo iraquí.
Según las fuentes, en el aparato viajaba una delegación de empresarios, científicos, deportistas y periodistas, encabezada por el presidente de la Compañía Central de Carburantes de Rusia y del Comité para la cooperación internacional cultural, económica y científica con Irak, Yuri Shafranik.
En la delegación, que tiene previsto entrevistarse con viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz, también figuraban varios directivos de la empresa Petróleo y Gas de Siberia, y de la Compañía Petroquímica Zarubezhneft, que se ocupa de la exportación y explotación de crudo en el extranjero, así como los jugadores del equipo de fútbol del Torpedo de Moscú, que disputará un partido amistoso en Bagdad.
El aterrizaje del avión ruso se produce sólo 24 horas después de que un aparato francés con ayuda humanitaria llegara en vuelo directo desde París con una delegación de activistas contrarios a las sanciones económicas que pesan sobre bagdad desde hace más de una década.
La llegada del avión francés ha sido fuertemente criticada por Estados Unidos, país que considera proscritos todos los vuelos a Irak, sometido a sanciones económicas desde que invadió Kuwait en agosto de 1990.
Rusia, Francia y Estados Unidos difieren en la interpretación del embargo, ya que Moscú y París opinan que los vuelos humanitarios y de pasajeros no están prohibidos por las sanciones, por lo que no necesitan la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como pide Washington.
El Consejo de Seguridad de la ONU, al que los tres países pertenecen como miembros permanentes, permite la llegada de vuelos con ayuda humanitaria dentro del programa "Petróleo por Alimentos", firmado en 1996 y que permite a Irak vender cantidades restringidas de crudo para la compra de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.
El avión de hoy es el tercer aparato ruso que aterriza en Bagdad en los últimos dos meses, después de que el pasado 19 de agosto un Yak-22 se convirtiera en el primero en arribar al aeropuerto Sadam Husein, cerrado durante diez años y reabierto tres días antes.
A bordo del avión llegó el viceministro ruso de Defensa Civil y Emergencia, Ruslan Tsalikov, quien trató con los responsables iraquíes cómo poner fin a las sanciones.
El pasado domingo, Rusia envió a Bagdad otro avión, en el que viajaron ejecutivos del sector petrolero y diversos empresarios interesados en reanudar las relaciones económicas con Irak, y que transportaba además otras cinco toneladas de medicinas.
