SAN SEBASTIAN.- Unas 100.000 personas, según versiones policiales, colapsaron este sábado San Sebastián (norte de España) en una gigantesca manifestación de rechazo a la"violencia terrorista" de ETA, que en los últimos nueve meses ha asesinado a 13 españoles en 24 atentados.
Al mismo tiempo, en Zarautz -a pocos kilómetros de San Sebastián, sobre el litoral atlántico- 3.500 personas, según la Guardia Municipal, y 5.000 según los organizadores, participaron en otra manifestación convocada por el brazo político de ETA, la coalición independentista Euskal Herritarrok (EH), en favor de la "libertad" del País Vasco.
La Guardia Municipal (policía local) cifró en unos 100.000 los participantes en San Sebastián. La televisión española se había referido poco antes a 70.000 participantes.
"Han sido miles y miles los ciudadanos que han salido a la calle a ser protagonistas de la lucha por la libertad", dijo la europarlamentaria socialista Rosa Díez.
Leves incidentes -en los cuales una mujer resultó herida- que no pasaron a mayores debido a la oportuna intervención policial, empañaron la jornada pacifista.
La pancarta central de la marcha, con el lema "por la vida y la libertad: defendamos lo que nos une", era llevada por un grupo de 21 familiares de las últimas víctimas de ETA, que encabezaban la manifestación seguidos de grupos de intelectuales y dirigentes de los partidos políticos del ámbito nacional.
"Esta manifestación es un triunfo sobre la indiferencia y sobre el miedo, una victoria sin armas contra las armas", señalaba un manifiesto leído como colofón de la protesta, subrayando -como escribió Cervantes en "El Quijote"- que "la libertad es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos".
La marcha colapsó durante varias horas el centro de San Sebastián. De ella se automarginaron los representantes del gobierno autónomo vasco y los dirigentes de los partidos nacionalistas, que catalogaron la manifestación de "antinacionalista", de marcha "politizada" y de "trampa política".
El filófoso Fernando Savater, el cineasta Pedro Almódovar, representantes del Gobierno español del centro-derechista presidente José María Aznar, así como el líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el líder comunista Francisco Frutos, figuraban entre las personalidades.
"Libertad...libertad...libertad!", "por la vida y por la libertad, defendemos la paz", gritaban los manifestantes en medio de un gigantesco desfile que recorrío las principales calles de la ciudad.
"ETA asesina","ETA basta ya!", gritaban otros. "Esta manifestación ha sido organizada para mantener vivo el ánimo cívico. Somos muchos los que defendemos las libertades y el derecho a la paz", dijo Savater, representante de los organizadores de la marcha, el colectivo cívico Basta Ya!.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, calificó de "ejemplar" y "admirable" al colectivo convocante de la manifestación, porque son sus miembros "los que todos los días se baten por la libertad del País Vasco".
El gobierno autónomo del presidente regional Juan José Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), así como los partidos cercanos a la organización separatista armada ETA criticaron la concentración pacifista por ser una manifestación "politizada" y "antinacionalista".
La manifestación se realizó dos días después del décimotercer asesinato cometido por ETA desde enero pasado y un día después de que el PNV -en el poder desde hace 20 años- quedara en minoría en el parlamento regional autónomo, al perder el pasado viernes el respaldo de los 14 parlamentarios independentistas de EH.
En los próximos días, debera afrontar la presentación de sendas mociones de censura decididas por la oposición "españolista", el Partido Popular (PP, en el poder en Madrid) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En Zarautz, el portavoz de Euskal Herritarok, Arnaldo Otegi, tras participar en un acto político de homenaje a los miembros de ETA "Txiki"y "Otaegi" -últimos fusilados en la época franquista-, calificó de "colonos" a quienes han acudido "desde España" a manifestarse en San Sebastián.
En este sentido, recordó que "Txiki" era hijo de inmigrantes extremeños, pero "integrado" al País Vasco, no como otros que -dijo- no llegan nunca a integrarse.