GAZA.- Israelíes y palestinos llegaron a un acuerdo de alto al fuego este martes, señaló bajo anonimato una fuente de los servicios de seguridad palestinos, después de que Estados Unidos anunciase la celebración el miércoles en París de una reunión con el presidente palestino Yasser Arafat y el Primer Ministro israelí, Ehud Barak.
"Un acuerdo fue concluido con la parte israelí para un alto el fuego total y una retirada de las fuerzas israelíes de sus posiciones", señaló.
Sin precisar cuándo entrará en vigor, la misma fuente añadió que "los palestinos se encargarán de los problemas de seguridad que podrían derivarse de la retirada israelí".
Horas antes, la secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright anunció en París que se reunirá el miércoles con el Primer Ministro israelí, Ehud Barak, y el líder palestino Yasser Arafat, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU inició una reunión de emergencia para analizar la escalada de violencia que hasta este lunes ha provocado 56 muertos.
El Consejo de Seguridad inició la reunión a las 22H30 GMT del lunes para analizar "la situación en Oriente Medio" en donde este lunes se registraron otras 19 muertes.
Antes de la reunión, el representante palestino en la ONU Nasser Al-Kidwa declaró a los periodistas que "quería ver que el Consejo o la ONU en general adopte medidas concretas".
Al-Kidwa, pidió el retiro inmediato de las fuerzas de seguridad israelíes de la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén este, y una investigación sobre los acontecimientos que desencadenaron la violencia.
La secretaria de Estado norteamericana anunció desde París que se reunirá allí con Barak y Arafat, el miércoles. "El objetivo de estos encuentros es hallar el medio de detener la violencia, restaurar la calma y asegurarse de que no se repita una escalada semejante", explicó.
"Los dos dirigentes dijeron estar de acuerdo" y "Francia aceptó acoger las conversaciones en París", añadió la responsable de la diplomacia estadounidense.
Previamente el Presidente Bill Clinton declaró en Washington que "es necesario que (las partes) hagan todo lo posible para detener la violencia y pienso que es lo que están tratando de hacer, y nosotros haremos todo" para ayudarlos.
Clinton dijo que tiene esperanza de que la oleada de violencia se apacigüe y agregó que los dirigentes estadounidenses estaban en "contacto constante" con palestinos e israelíes.
Por su parte Egipto y Siria llamaron a realizar una cumbre árabe urgente, un llamado al cual el Líbano y Jordania respondieron favorablemente, mientras en Beirut el dirigente radical palestino Ahmed Jibril afirmó la noche del lunes que analizó con el jefe del Hezbolá chiíta libanés, jeque Hassan Nasralá, los medios para apoyar el levantamiento palestino.
"Hemos estudiado con nuestros hermanos del Hezbolá cómo podemos apoyar al pueblo palestino que se enfrenta a la máquina de guerra bárbara de Israel, que se beneficia del apoyo de la administración estadounidense", agregó Jibril, jefe del FPLP-CG (Frente Popular de Liberación de Palestina-Mando General), opuesto al proceso de paz y con sede en Damasco.
En tanto la violencia en Israel y los territorios palestinos, en vez de amainar parecía arreciar y el saldo de muertes llegó a 56 muertos, de los cuales 53 son palestinos o árabes israelíes.
Helicópteros de combate israelíes lanzaron cohetes el lunes contra dos edificios de apartamentos, un puesto militar y dos vehículos en la ciudad de Gaza, comprobaron testigos. Los dos edificios quedaron fuertemente dañados, precisaron estas fuentes.
Nuevos combates se desarrollaron también este lunes, por segundo día consecutivo, en Galilea (en el norte de Israel), entre policías y miembros de la minoría árabe israelí, que realizaban una huelga de solidaridad con los palestinos.
Cinco árabes israelíes murieron por balas de la policía, mientras que otros dos, heridos durante los enfrentamientos del domingo, perecieron por sus heridas.
El Primer Ministro Barak insistió en llamar a la comunidad árabe de Israel, que constituyen un millón de los 6,3 millones de la población israelí, a mantener la calma y anunció una reunión con sus líderes, después que estos -según la televisión israelí- dijeron que mantendrán por tercer día una huelga general en apoyo de los palestinos.
Barak, que efectuó una breve visita en la franja de Gaza y Cisjordania, reiteró en otra declaración que estaba listo para retomar las negociaciones de paz con los palestinos, pero les advirtió que no tendrían ninguna concesión de su parte recurriendo a la violencia.
El Primer Ministro israelí Barak pidió a la Autoridad palestina "poner fin a la violencia y de hacer reinar de nuevo la calma". La Autoridad tiene "una gran responsabilidad" en los incidentes, dijo.
Los enfrentamientos llegaron hasta la ciudad de Jericó, en Cisjordania, que hasta ahora no ha sido escenario de enfrentamientos pero en donde murió un miembro de los servicios de seguridad palestinos.
En tanto un israelí de 24 años de edad, inmigrante de la ex Unión soviética, fue asesinado por disparos a la entrada de la localidad palestina de Bidia, en el norte de Cisjordania.
El israelí se habría dirigido al pueblo palestino de Bidia para reparar su vehículo, algo acostumbrado a raíz de la diferencia de precio entre Israel y los territorios.
En Beirut, una organización clandestina reivindicó la muerte de un joven israelí en Cisjordania, y afirmó que era para vengar la muerte de un niño palestino asesinado el sábado por el ejército israelí, según un comunicado recibido en la oficina de la AFP en esta ciudad.