ADEN.- Investigadores estadounidenses intensifican sus esfuerzos para determinar si fue un ataque terrorista lo que ocasionó la muerte de 17 marinos del buque USS Cole, mientras botes patrullas yemenitas vigilan la zona de seguridad.
El teniente Terrence Dudley, vocero de la Armada estadounidense en esta capital, dijo que 40 agentes del FBI y especialistas del Departamento de Defensa del Equipo de Apoyo en Emergencias en el Extranjero, de Washington, llegarán hoy para unirse a un pequeño grupo de expertos que ya se encuentra a bordo del barco estadounidense. Su misión es "asesorar, asistir y evaluar" en la investigación que se inició casi inmediatamente después de la explosión del jueves, dijo Dudley.
En total de más o menos 100 agentes del FBI, expertos en búsqueda de evidencias y explosivos, incluyendo los que llegarán hoy, estarán aquí este fin de fin de semana.
Funcionarios estadounidenses creen que un suicida estrelló un pequeño bote explosivo cerca del buque destructor de 8.600 toneladas, y abrió un agujero de 12 metros cuadrados. Si se prueba que el móvil haya sido el terrorismo, sería el ataque más letal contra miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos desde el bombardeo contra las barracas de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Arabia Saudita en 1996, cuando murieron 19 soldados.
Diplomáticos occidentales en Yemen dijeron que la explosión parece ser la labor de un grupo bien organizado y con buenos contactos en el puerto de Aden.
Un avión trasladó los primros cinco cuerpos de marinos fallecidos a Alemania, de donde serán trasladados Delaware y Virginia, en Estados Unidos.
La Marina publicó ayer los nombres de los 17 miembros de las Fuerzas Armadas muertos en el ataque. Entre ellos había dos mujeres, las primeras marineras que mueren en un ataque a bordo de un buque de combate.
