JERUSALEN.- Israel retirará dentro de 48 horas los carros blindados y armas pesadas que bloquean Gaza y ciudades de Cisjordania si los palestinos ponen fin a la violencia, afirmó hoy martes a la prensa local el primer ministro israelí, Ehud Barak.
Esta noche se reunirán jefes de los organismos de seguridad de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), informó Barak, mientras persisten los enfrentamientos y hay división de opiniones sobre el resultado de la "cumbre" de Sharm el Sheij.
Antes de la evacuación de los blindados, las autoridades militares levantarán el bloqueo en los pasos de Rafah, entre Gaza y Egipto, y el puente Allenby, frontera entre el enclave palestino de Jericó y Jordania, según informaron fuentes israelíes.
En la jornada de hoy ha muerto un agricultor palestino y otros cinco han resultado heridos en enfrentamientos con colonos judíos del asentamiento Itamar, cerca de la ciudad cisjordana de Naplusa.
"Los ciudadanos israelíes no van a aceptar otro acuerdo con Arafat, quien hasta la fecha firmó cuatro de ellos con Israel y no cumplió ni uno solo", dijo Josué Mor Iosef, colono de Cisjordania, quien acusó a Barak de "olvidar a los soldados quemados en la noche en que incendiaron las sinagogas" en Naplusa y Jericó.
También se han producido enfrentamientos, con un número por ahora indeterminado de heridos, en distintos puntos de la franja de Gaza, en la Tumba de Raquel en Belén, en Hebrón y en Guilo, ciudad satélite de Jerusalén, entre esta ciudad y la localidad de Bet Jalla.
En los choques de ayer, lunes, entre civiles palestinos y fuerzas israelíes, al inaugurarse la cumbre de Sharm el Sheij, murieron dos palestinos y otros 180 resultaron heridos, según fuentes árabes.
"El pueblo palestino seguirá la lucha mientras persista la ocupación israelí", declaró esta tarde el jefe de la milicia de Al Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, para quien la conferencia de Sharm el Sheij "fue un fracaso".
Lo mismo afirman personalidades de la derecha israelí, como el diputado y general retirado Rejabam Zehevi, del frente de la Unión Nacional, que llamó a Barak a mantener el bloqueo y los tanques israelíes "pues estamos acostumbrados a que Arafat no cumpla los acuerdos".
El diputado árabe Taleb a-Sana, uno de los diez legisladores de la minoría árabe en el Parlamento israelí (Kneset), estaba entre los que definieron el acuerdo logrado en la cumbre del mar Rojo como "un gran fracaso".
Un colega de A-Sana, Mohamed Barake, recibió con beneplácito lo acordado por Arafat y Barak, a pesar de no haber negociado de forma directa.
Los dos líderes utilizaron en la cumbre a los mediadores internacionales, que incluyeron al Presidente Clinton, a su colega egipcio, Hosni Mubarak; al rey Abdalá II de Jordania; al secretario general de la ONU, Kofi Annan, y al responsable de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana.
Barak también pidió a ambas partes reanudar las negociaciones de paz, bloqueadas desde que comenzó la "intifada de al Aksa" el pasado 28 de septiembre tras la visita del líder del Likud, Ariel Sharon, a la explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, lugar considerado sagrado para el Islám.
Por su parte, los líderes de la colectividad árabe de Israel, con un millón de miembros que representan casi el veinte por ciento de la población del país, exigían la constitución de un comité judicial para investigar el origen de los disturbios y la represión israelí, en la cual perecieron catorce miembros de esa comunidad.
Según el acuerdo de Sharm el Sheij, la "investigación de los hechos" estará a cargo de un comité que encabezarán el Presidente Bill Clinton -quien designará a sus miembros- y el secretario de la ONU, Kofi Annan.