MADRID.- El Presidente del Gobierno español, José María Aznar, y su colega británico, Tony Blair, manifestaron este viernes en Madrid que confían en que la Unión Europea y, particularmente, la Comisión de la entidad, asuman su propuesta para impulsar y adelantar las reformas económicas comprometidas en Lisboa el pasado marzo.
Ambos jefes de Gobierno ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que se enfrentaron a una batería de preguntas sobre el submarino nuclear británico "Tireless", varado en Gibraltar desde mayo pasado tras sufrir una avería en el sistema de refrigeración.
La presencia del submarino nuclear en esta colonia británica en el sur de la península Ibérica ha creado alarma social e inquietud entre autoridades locales de la zona, que hoy se desplazaron a Madrid para pedir al Gobierno que exija su retirada de aguas gibraltareñas.
Al respecto, Balir ofreció a José María Aznar la creación de un grupo de expertos que se reunirá la próxima semana para tratar "con total transparencia" el asunto y subrayó que hay garantías totales de seguridad, ya que la reparación de la nave se realiza con el reactor apagado.
Aznar explicó que el caso se trata en el marco de las relaciones de dos gobiernos "amigos" y con "confianza" y agregó que el Reino Unido se ha dado plazo hasta marzo próximo para solucionar un problema que no comporta "ningún riesgo" para la población.
Los dos jefes de Gobierno firmaron una Declaración Conjunta con propuestas muy detalladas que han enviado al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y a sus colegas del Consejo Europeo. "Queremos acelerar el proceso de reformas" establecido en la cumbre de empleo de Lisboa para conseguir "una Europa más flexible, más competitiva, que adopte más reformas y en la que haya más garantías de crecimiento, de empleo y de mantenimiento de nuestros sistemas de protección social para el futuro", indicó Aznar.
Para Blair, se trata de "hacer avanzar el proceso" de Lisboa "aún más", para que el debate se intensifique y esté listo para el Consejo Europeo de Estocolmo, en marzo de 2001, bajo presidencia sueca.
En la misiva a Prodi, ambos le indican que "bajo su liderazgo, la Comisión tiene la oportunidad de hacer una contribución única y vital a su desarrollo" y le ofrecen su "firme apoyo" para lograr crear "dentro de la UE" una "sociedad basada en el conocimiento, económicamente dinámica y socialmente integradora".
Aznar y Blair señalan en la declaración que "la consolidación fiscal y la estabilidad presupuestaria son la mejor forma de garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar en el futuro".
Sobre la debilidad del euro, advierten también que "no refleja el sólido potencial a más largo plazo de la economía europea" y aseguraron que "creemos firmemente que la intensificación de las reformas estructurales ofrece la base para un euro fuerte y con éxito".
El Reino Unido y España consideran "fundamental avivar el ritmo de la reforma económica, dando lugar a mayores niveles de empleo y crecimiento". "La liberalización, la apertura y la flexibilidad en los mercados de productos y de trabajo traen consigo nuevas oportunidades empresariales, la adopción de nuevas tecnologías, mayor competencia y una oferta mayor y mejor de factores fundamentales para el resto de la economía", se indica en la declaración.
Durante los meses previos al Consejo Europeo de Estocolmo y en consonancia con las Conclusiones de Lisboa, "tenemos que avanzar más rápidamente en áreas clave, estableciendo calendarios ambiciosos, pero alcanzables, para lograr progresos en el conjunto de la UE", señalan.
En particular, destacan "la importancia" de los calendarios y los objetivos establecidos en Lisboa, especialmente "el sector de telecomunicaciones, a la investigación e innovación y a un entorno positivo para la empresa y la innovación".
Prueba de ese interés es el almuerzo que Aznar y Blair compartieron hoy en el Palacio de la Moncloa con empresarios españoles y británicos, destinado a conocer el punto de vista de las empresas sobre este proceso de reformas.