MOSCÚ.- Tras el recate de un total de doce cadáveres, los buzos noruegos y rusos han dado por terminadas sus labores en la popa del submarino nuclear ruso "Kursk", hundido a una profundidad de 108 metros en el mar de Barents, informó hoy el portavoz de la Marina de Rusia, Igor Dygalo.
La operación va a continuar ahora en la tercera sección del sumergible, que está más cerca de la proa, luego de haberse "agotado las posibilidades" de hallar más cadáveres en la popa, agregó el portavoz.
Al principio, se creía que en esa sección podía encontrarse una veintena de cadáveres, pero Dygalo no precisó si todos los cuerpos ya han sido recatados o si los buzos especializados no pudieron llegar a ese lugar a causa de la estrechez del espacio en el interior del navío, hundido el pasado 12 de agosto con 118 tripulantes a bordo.
La escotilla de escape de la novena sección y la puerta que comunica ésta con la octava sección han sido cerradas, dijo Dygalo. Además, se colocará una protección especial sobre el agujero perforado en el casco de acero para llegar a la octava sección.
