BEIJING.- Una delegación del Parlamento Europeo ha ofrecido a Pekín la mediación de la UE para desbloquear el diálogo en el Tíbet, al proponer que permita el retorno del Dalai Lama a cambio de una renuncia definitiva a la independencia, informaron hoy a EFE fuentes comunitarias.
Una delegación parlamentaria encabezada por el sueco Per Gahrton ha propuesto al Gobierno chino la reanudación de los contactos con el Dalai Lama, máximo líder tibetano en el exilio, para desbloquear la situación en la zona, que vive un ambiente cercano a la guerra civil por la represión de Pekín contra los movimientos tibetanos.
"¿Por qué no nombrar al Dalai Lama gobernador del Tíbet?", preguntó Gahrton a Li Peng, presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo), conocido por su actitud "dura" frente a cualquier brote de disidencia política y religiosa.
Gahrton, perteneciente al partido de Los Verdes y amigo personal del Dalai Lama, ofreció a Li Peng la mediación del Parlamento Europeo para desbloquear la situación en la Región Autónoma del Tíbet, bajo soberanía china, pero donde una gran parte de la población se mantiene fiel al Dalai, máximo líder tibetano.
Según el parlamentario, Li Peng "no descartó" la posibilidad de reanudar el diálogo con el Dalai, que sería posible a través de algunos familiares del propio monje, todavía residentes en el Tíbet, o a ofrecimiento de Gahrton por mediación del Parlamento Europeo.
Li Peng planteó al parlamentario europeo algunas condiciones "ineludibles" antes de que China pudiera iniciar contactos con el Dalai.
"El Dalai Lama debe aceptar la nacionalidad china, reconocer la unidad del territorio, incluido Taiwán, y renunciar a la independencia del Tíbet", señaló Li Peng, quien aseguró que "cualquier ciudadano tiene que reconocer a la República Popular China como único representante oficial del país".
Las declaraciones de Li Peng, sin embargo, contrastan con la actitud más severa y estricta del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo portavoz, Zhu Bangzao, recordó hoy que el Dalai Lama "es un activista político que trabaja desde el exilio para lograr la división de la patria".
El Dalai Lama "no es una figura religiosa, sino un líder político cuyo objetivo es dividir China", agregó Zhu, quien opinó que "esas propuestas no merecen siquiera una respuesta".
Ante la insistencia de la prensa europea, sin embargo, el portavoz concedió que "si el Dalai Lama aceptara que el Tíbet pertenece a China, Taiwán pertenece a China y el Gobierno de Pekín es el único representante legal del país, podríamos iniciar las negociaciones en cualquier momento".
La reanudación del diálogo entre Pekín y el Dalai "es posible" según miembros del Parlamento Europeo, quienes reconocieron que el premio Nobel de la Paz ya les "ha dicho que estas condiciones no serían ningún problema para él".
Sin embargo, el Gobierno chino "no se fía" del Dalai y teme que su postura sea sólo "una treta" para iniciar el diálogo y exigir independencia política, algo que Pekín no está dispuesta a negociar bajo ninguna condición.
Además del Tíbet, los parlamentarios plantearon al Gobierno chino la necesidad de mejorar la situación de los derechos humanos en el país y entregaron a Pekín una amplia lista de personalidades "que preocupan a la UE".
Periodistas, líderes de la etnia uygur de la región musulmana de Xinjiang, sindicalistas, activistas políticos y miembros de la secta Falun Gong completan esta heterogénea lista de personas cuya única característica común es estar presos por motivos de conciencia.
Entre ellos se encontraban nombres legendarios como Xu Wenli, Wang Youcai o Qin Yongmin, dirigentes del clandestino Partido Democrático Chino, el Panchen Lama, o Wang Ce, un activista que residía en España y hoy está preso en China.