BUENOS AIRES.- El presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, se reunió el domingo con los gobernadores de las provincias del país en busca de apoyo para un paquete de reformas económicas con las que espera revitalizar la economía y abrir las puertas para nuevos créditos multilaterales.
De la Rúa, quien se reunió con gobernadores de su izquierdista Alianza y del opositor Partido Peronista, develó el viernes un paquete de reformas que incluye la abolición del sistema estatal de pensiones en una fecha no precisada y la creación de una comisión que estudiará la privatización del cobro de algunos impuestos.
Además, aseguró que el gobierno derogará en el 2002 un impuesto que grava el endeudamiento de las compañías para incentivar la inversión privada en el país y subirá la edad de jubilación de las mujeres.
El presidente planea una ley de solvencia fiscal para que el Estado tenga prohibido aumentar su gasto público hasta al menos el 2005 y le pedirá lo mismo a los gobernadores, en espera de que señales de austeridad fiscal devuelvan la confianza del mercado en Argentina.
El apoyo de los gobernadores es crucial, debido a su influencia en el Senado, controlado por los peronistas.
"Hoy para nosotros es un día fundamental porque necesitamos un acuerdo de fondo y profundo con los gobernadores para dar un impulso definitivo al crecimiento", dijo a la prensa la ministra de Trabajo Patricia Bullrich.
Los inversionistas han estado preocupados por la capacidad del país para pagar sus obligaciones de deuda tras dos años de recesión económica y estancamiento que han golpeado el mercado de acciones y de bonos y subido las tasas de interés a su punto más elevado en siete años.
"Si no se logra ese consenso político para instrumentar rápido las nuevas medidas, la Argentina entrará en una situación económica más grave", declaró al periódico Clarín el ministro de Economía José Luis Machinea.
El Fondo Monetario Internacional dijo que apoya las medidas y se espera que anuncie un paquete de medidas que le permita a Argentina recurrir a un crédito de reserva existente de 7.200 millones de dólares y agregar otro préstamo que sumaría miles de millones de dólares adicionales.
Machinea le dijo a Clarín que el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y gobiernos extranjeros participarán en el paquete de ayuda, aunque no aclaró cuál es el monto del mismo o cuándo lo anunciará oficialmente. Se espera que bancos locales y pensiones privadas también participen.
"Es un reaseguro de que Argentina tiene asegurado el financiamiento, así se despejarán todas las dudas que tenía el mercado y garantizamos que vamos a poder pagar la deuda externa", dijo.
Pero De la Rúa tendrá que trabajar duro para ganar el apoyo de los gobernadores provinciales, muchos de los cuales ya han criticado al gobierno por dedicarle muy poco dinero a las regiones más pobres del país, de 36 millones de habitantes.
Hasta ahora, Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los dirigentes peronistas, ha criticado las reformas porque no hacen lo suficiente para resolver los problemas sociales.
Pero "el presidente está al borde del abismo y no vamos a empujarlo", agregó.
