TOKIO.- El ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, reapareció hoy Miura, a 60 kilómetros de Tokio, para defenderse de las graves acusaciones de corrupción vertidas contra él desde diferentes medios.
Fujimori, que se hallaba en paradero desconocido desde que el pasado miércoles abandonara el hotel de la capital nipona donde se hospedaba, declaró a varios periódicos japoneses que está "limpio de las sospechas de corrupción" y de las transferencias ilícitas de fondos a bancos extranjeros.
El ex mandatario peruano, que al parecer ha estado todo este tiempo en la casa de la escritora Ayako Sono, presidenta de la Asociación de ayuda al tercer mundo Nippon Zaidan, ha respondido a quienes le acusan de haber abandonado su país por miedo que conserva el "espíritu de samurai japonés". Un espíritu que, según él, demostró en la resolución del secuestro del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru en la casa del embajador japonés en Lima.
Además, Fujimori ha indicado que lamenta haber tenido que anunciar desde Japón su renuncia al cargo de Jefe de Estado por unas razones que por el momento no puede hacer públicas y que, a corto plazo, no tiene intenciones de regresar a Perú. En cuanto a su pretensión de presentarse a las elecciones parlamentarias, Fujimori ha señalado que tras los nuevos acontecimientos vividos los últimos días necesitaba revisar sus intenciones.
Según Fujimori, su principal fallo fue confiar excesivamente en su asesor Vladimiro Montesinos, de quien dijo poseía una red de poder en la policía, la justicia y el parlamento. En los últimos días se ha apuntado a que Fujimori huyó de Perú precisamente por miedo a unos papeles en poder de Montesinos que podrían comprometerle gravemente.
Fujimori aprovechó un viaje a Japón para, el pasado domingo, anunciar desde allí su decisión de dimitir como presidente. Los últimos meses habían sido de gran turbulencia en el país tras el retorno por sorpresa del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Montesinos, que permanece en paradero desconocido en algún lugar de Perú, se hallaba exiliado en Panamá después de protagonizar un escándalo de corrupción que obligó a Fujimori a convocar elecciones anticipadas.