CARACAS.- El entusiasmo electoral que marcó los últimos procesos comiciales en Venezuela se desvaneció este domingo con una elevada abstención que eclipsó las elecciones para concejos municipales y juntas parroquiales.
La ausencia de votantes se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades electorales, que como recurso desesperado prolongaron el horario de apertura de los centros de votación esperando mayor participación a último momento.
El absoluto protagonista de la jornada fue el referéndum sindical que se anexó a las elecciones, en lo que ha sido el primer paso de la "revolución" del sector obrero que intenta el presidente Hugo Chávez y la oficialista Fuerza Bolivariana de Trabajadores.
El referéndum provocó que diversos grupos se unieran en la tarea de llamar a la abstención o a la destrucción de las boletas de votación, en lo que calificaron como desobediencia civil.
Los venezolanos elegían este domingo a más de 5.000 cargos locales en la última convocatoria para relegitimar a los poderes públicos según lo previsto en la Constitución "bolivariana".
Algunos dirigentes políticos atribuyeron la escasa asistencia a los centros de votación al rechazo al referéndum sindical, que dejó dudas sobre su legalidad por inmiscuir a toda la población en un asunto que compete sólo a los trabajadores.
Chávez calificó a los que destruyeron sus boletas como "desesperados" que están dando un mal ejemplo, pero no quiso darle demasiada importancia a la acción.
En algunos municipios la ausencia de votantes se calculó en 80 por ciento y la oposición aprovechó para afirmar que la abstención derrotó el liderazgo de Chávez y su hasta ahora imbatible campaña electoral.
El opositor Comité de Resistencia Civil llamó a la destrucción de las boletas y afirmó que si la abstención en el referéndum supera el 66 por ciento el procedimiento será ilegal.
La principal central obrera, Confederación de Trabajadores de Venezuela, adelantó que la abstención dará más elementos para su rechazo a la consulta y su posición de considerarla ilegal.
El ex candidato presidencial opositor Francisco Arias Cárdenas fue uno de los primeros líderes que rompió su boleta de votación, un acto que recibió duras críticas de las autoridades.
"Este proceso fracasó con una asistencia de 30 por ciento. La abstención es un llamado a la reflexión al gobierno para que deje de jugar con el poder. Democracia no es que el pueblo diga sí a lo que quiere el amo del poder", señaló.
La de hoy fue la séptima elección en el país en dos años y en las anteriores citas los niveles de abstención variaron entre 36,60 y 62,40 por ciento.
Voceros del gobierno estimaron que la participación de electores este domingo rondaría el 40 por ciento.
Chávez, que ha acumulado una cadena de triunfo electorales, admitió que la abstención es una realidad que hay que cambiar para lograr una mayor participación.
