CAMP ZEIST, Holanda.- Los abogados de la defensa llamaron hoy como testigos a un agente del FBI y a un meteorólogo de Malta, en su intento de rechazar los cargos contra dos libios acusados de hacer estallar un avión en pleno vuelo hace dos años, atentado en que murieron 270 personas.
Los abogados defensores Richard Keen y Bill Taylor han dicho que durante las siguientes audiencias, que podrían durar varios meses, presentarán pruebas de que han sido grupos terroristas palestinos los responsables del atentado del 21 de diciembre de 1988.
Tras escuchar a varios testigos, el tribunal entró en receso hasta el 8 de enero, a fin de dar tiempo a la llegada de documentos procedentes de Siria que había pedido la defensa y que se cree apuntalará su teoría de que los responsables del atentado fueron palestinos.
No obstante, los jueces advirtieron que no otorgarán más aplazamientos a menos que surjan "las circunstancias más excepcionales".
El primer testigo, el meteorólogo Joseph Mifsud, fue llamado a declarar para contrarrestar declaraciones previas de que uno de los acusados compró ropas y una sombrilla en Malta, donde presuntamente trabajaban para la inteligencia libia.
Los fiscales afirman que las ropas quemadas halladas en los restos del aparato en Lockerbie fueron compradas en Malta por el acusado Abdel Basset Ali al-Megrahi.
Tras revisar los mapas meteorológicos del aeropuerto de la isla, Mifsud dijo que era poco probable que lloviese en el lugar la mañana del 7 de diciembre, cuando se afirma que al-Megrahi compró los artículos en una tienda del balneario maltés de Sliema.
En cambio, dijo, sí llovió al día siguiente.
El tendero Toni Gauci había dicho previamente que Megrahi se parecía al hombre que había comprado tales artículos.
Por su parte, el agente del FBI Edward Marshman leyó transcripciones de entrevistas realizadas en noviembre de 1989 con el agente doble jordano Marwan Khreesat, experto en la fabricación de bombas.
Según Marshman, Khreesat trabajaba con el Frente Palestino para la Liberación de Palestina, Comando General, uno de los dos grupos que la defensa ha implicado en el atentado.
La fiscalía completó sus alegatos el 20 de noviembre contra Megrahi y Lamen Khalifa Fhimah, contra quienes presentó un grueso legajo de acusaciones circunstanciales de que ambos colocaron una bomba a bordo del vuelo 103 de Pan American -valiéndose de un transbordo automático de equipaje- mientras se desempeñaba como agentes de la inteligencia libia en Malta.
Si bien los acusados fueron encausados en 1991, durante el curso del juicio han surgido nuevas pruebas que podrían respaldar los alegatos de la defensa de que los responsables fueron extremistas palestinos que ya habían sido considerados sospechosos previamente en las investigaciones.
Los libios se han declarado inocentes de las acusaciones de asesinato y confabulación para cometer asesinatos.